lunes, 14 de septiembre de 2009

IN MEMORIAM P. JORGE CROOKE, S.J.


Querido P. Jorge:
Gracias por haberme acogido en su corazón y en la Parroquia. Por haber acogido a mi familia en diversas ocasiones.
Gracias por haber sido mi Amigo, aunque muchas veces no le comprendía, y me asustaba su carácter fuerte.
Gracias por haberme confiado muchas responsabiliaddes en la Parroquia de Desamparados: la Liturgia, los Acólitos, distribuir la Comunión, el Centro de Conciliación, el Boletín Parroquial.
Gracias por haber acogido mis ideas, en especial la restauración del Sermón de las Siete Palabras en Desamparados; por haber apoyado las iniciativas que daba; y por las veces que me decía "NO" a algunas cosas que no le parecían pertinentes.
Gracias por haberme permitido discrepar en alguna ocasión con Usted, pero una discrepancia con cariño cuando hablábamos de temas como la Comisión de la Verdad o las rúbricas litúrgicas.
Gracias por el apoyo incondicional que me dio cuando quería realizar alguna actividad con los Acólitos y con los niños del Colegio "Hno. Anselmo María".
Gracias por haber compartido conmigo tantos proyectos, ideas, ilusiones y también dolores.
Gracias por cada cafe que tomábamos en la Comunidad Jesuita de Desamparados, a media mañana o a media tarde cuando me escapaba de la oficina.
Gracias por haber aguantado mis desatinos. Se que debo haberle dado muchos dolores de cabeza, por los cuales le pedí perdón la última vez que lo vi en Fátima hace casi un mes. Usted conmigo siempre fue paciente y benévolo, quizás mas que con otras personas.
Gracias por habernos permitido acompañarlo en el Altar el año pasado en sus ultimas Misas en San Pedro de Lima.
Gracias por ser amigo de los Acólitos de Desamparados, quienes hoy lo recordamos con cariño.
Gracias, P. Jorge, por tanto bien recibido, gracias de todo corazón.
El P. Jorge Crooke, S.J. fue Párroco de Nuestra Señora de los Desamparados de Breña desde el 4 de Febrero del 2001 hasta el 6 de Febrero del 2007. Falleció hoy, 14 de Septiembre, en el día que cumplía 55 años en la Compañía de Jesús. La foto que publico fue tomada en Agosto del 2002 en un campamento de Acólitos en Villa Marista.

viernes, 4 de septiembre de 2009

JESUS ESTA MUY CERCA DE TI


Hace cinco años tuve la oportunidad de acompañar en una jornada a un grupo de niños que iban a hacer la Primera Comunión en nuestra parroquia. Siempre he pensado que las jornadas que preparan a los sacramentos no deben ser “una clase de catequesis” de muchas horas, sino mas bien espacios de reflexión y de preparación del corazón para recibir los sacramentos, según las circunstancias y las necesidades de los participantes. Pues bien, hablando de Jesús a estos niños les pedí que respondieran, en forma anónima y por escrito, donde les gustaría encontrarse con Jesús de Nazaret. Uno de ellos, Oscar (a quien le dediqué el artículo "Hasta siempre, Oscar", publicado en este blog en el mes de Julio) me llamó y me dijo: “Manuel, a mi me gustaría encontrarme con Jesús jugando fútbol con el polo del Cristal, yo le doy pases de pelota y el me los da a mi”. Esta respuesta me impresionó porque no había obligación de compartirla con otra persona (es más nunca había tenido la oportunidad de conversar personalmente con este niño, como si lo había hecho con otros), y porque, como generalmente pensamos que sólo podemos encontrar a Jesús en la iglesia o en los pobres, los abandonados y los que sufren, olvidamos lo que este niño había entendido: que Jesús está a su lado, que es su amigo, que puede jugar con Él como la hace con sus amigos y, por si fuera poco, con el polo de su equipo favorito.
A raíz de esta experiencia, quisiera reflexionar con ustedes dos cosas:
- ¿Nos hemos tomado en serio que Jesús de Nazaret (el mismo del Evangelio, de ayer de hoy y de siempre) es nuestro Amigo? Y digo esto porque decir “Amigos de Jesús” es algo que se deja sólo para los niños, como un slogan que repetimos constantemente, pero que no vivimos, y a medida que vamos creciendo lo vamos dejando de lado. Y este es un problema serio: si no se cultiva una amistad con Jesucristo a través de la oración, la frecuencia a los sacramentos, la lectura del Evangelio y la vivencia de una vida auténticamente cristiana, Jesús de Nazaret pasará a la “prehistoria” de nuestra vida y, como ocurre con la gente a la que no frecuentamos, lo podemos olvidar y llegará un momento en que pensemos que no existe. Por ello es importante que los catequistas sean, realmente, amigos de Jesús y que transmitan esa experiencia a los que van a recibir los sacramentos y, por otro lado, que los padres de familia (sobretodo aquellos que traen a sus niños para que hagan la Primera Comunión), se preocupen realmente, comenzando por ellos mismos, de que sus hijos busquen y encuentren a Jesús Amigo. Cuando uno encuentra un amigo de verdad y se le busca siempre, esa amistad durará toda la vida.
- ¿Creemos, realmente, que Jesús camina con nosotros, que podemos contar con él siempre, incluso para las cosas más insignificantes? Parece que hemos “encerrado” a Jesús en ciertos lugares (la iglesia, los pobres, las dificultades, etc.) y no lo buscamos en la alegría, el juego, la diversión o el descanso. El arte nos ha presentado a un Jesús demasiado serio, generalmente sufriente, y cuando lo representan Resucitado tiene un rostro triste o melancólico. ¿Alguna vez se han puesto a pensar que Jesús también reía, bromeaba y se divertía? Pienso que si Jesús fuera tan serio como nos lo representan la gente le tendría miedo, los niños no se le acercarían, los pecadores huirían de él; sin embargo el hecho de que los niños lo busquen haciendo travesuras, que la gente lo siga aun dejando de comer, que los pecadores se acerquen a él, y sobretodo que haya hecho su primer milagro en una fiesta de matrimonio, nos hace pensar que Jesús no era un tipo serio, sino alegre, lleno de vida y no de melancolía, dispuestos a darnos la vida en abundancia y a compartir la alegría de la vida de cada día.
Es impresionante ver que el niño de quien les hablé al comienzo tenía el corazón limpio para ver a Dios en la sencillez de su vida y de sus juegos. Ojalá que lo que muchas veces cantamos: “Tan cerca de mi que hasta lo puedo tocar, Jesús está aquí... Yo le contaré lo que me pasa, como a mis amigos le hablaré… Mírale a tu lado caminando paseando entre la multitud, muchos ciegos son porque no lo ven...”, nos anime a ver a Jesús que está con nosotros, todos los días, hasta el fin del mundo.

Este artículo lo escribí y publiqué en el Boletín Parroquial de Desamparados de Septiembre del 2004, a las pocas semanas de la jornada que les di a los niños de Primera Comunión del Colegio "Hno. Anselmo María".
Les invito a escuchar la Canción "Tan cerca de mi" en http://www.youtube.com/watch?v=ExEaUcuLFuc