lunes, 18 de noviembre de 2013

LA LEYENDA DE GOCE TRICAMPEON

Según Wikipedia "una leyenda es una narración de hechos, naturales, sobrenaturales o mezclados, que se narra y se transmite de generación en generación en forma oral o escrita, generalmente el relato se situa en forma imprecisa entre el mito y el suceso verídico que le confiere cierta singularidad". La presencia de lugares, tiempos y personas concretas, le dan a la leyenda elementos de verosimilitud.
Pues bien, creo que algo de esto hay en lo que se llegó a llamar "La Leyenda de Goce Tricampeon", una historia referida a las Olimpiadas de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú del año 1993.
Ya en otras ocasiones, por estas fechas, les he hablado de las Olimpiadas de la Facultad de Derecho de la PUC. En los años 1988, 1989 y 1990 una promoción cuyo nombre abreviado era "Nullum" (una vez mas les pido comprensión: no puedo poner los nombres completos de las promociones de Derecho, porque este blog lo leen niños y gente de Iglesia), había logrado la hazaña de campeonar tres veces en dicho evento y nosotros, que ya lo habíamos hecho dos veces en 1991 y 1992, estábamos a  punto de repetir esa hazaña, nos sentíamos los sucesores de "Nullum" como se coreó aquella noche del Sábado 24 de Noviembre de 1990. Sin embargo, una promoción menor que nosotros, cuyo nombre era "Manus", ya daba señales que se iba a convertir en nuestro principal dolor de cabeza (y que, además, tenía la posibilidad de repetir la hazaña de "Nullum" si campeonaba esta vez), por lo cual nuestra principal preocupación era superarlos con la mayor ventaja posible desde el inicio.
Asi que a preparar el scketch inicial. Preparamos una historia que titulamos "El Mágico Mundo del Derecho", que era una parodia a los cuentos de hadas de Disney. Fue interesante ver "re-creadas" la historias de "Aladino y la lámpara maravillosa" (cuya película por aquellos días se exhibía con éxito en los cines), "Blanca Nieves y los enanos" (con solo cuatro enanos), "Pinocho" y "Peter Pan", con las coyunturas sociales, políticas y universitarias, que las hacían divertidas.
Participamos casi todos en aquella presentación: Paul Duclós (Pinocho), Duncan Masson (soldadito de plomo), Ana Cecilia Sewrpa, Marco Alarcón, Luis Arroyo (juguetes); Vanessa Mizushima (Dra. Elvira Méndez), Manuel Barrios (Aladino), Salvador Del Solar (Genio de la lámpara), Magaly Báscones, Homi Rodríguez, Tiki Mejía y Teresa Álvarez (Odaliscas), Percy Bazo (Fakir), Beatriz Llanos (Susan Nieves, mezcla de Blanca Nieves y Susan León, cuyo "sensual" programa estaba de moda), Gloria Viacava (Penélope, la mucama), Sandra Sevillano (la Reina), Gonzalo Quijandría (el Espejo), Carlos Fernández Dávila, César Davila (los enanos), David de la Torre (Peter Pan), Héctor Calero (Peter Panetón), Ginette Lumbroso (Campanita), Jorge Vega y Mirko Peraltilla (Piratas), Enrique Felices (Capitán Garfio), Roberto Gómez, Juan Luis Hernández (Nubes)... cuantos más cuyos nombres no recuerdo por la prisa con la que escribo. A este servidor, le todo hacer el papel de "practicante esclavo" en la galera del barco del Capitán Garfio. Allí participaron dos profesores junto a nosotros: el Dr. Mario Pasco Cosmópolis (quien fue Ministro de Trabajo) en el papel de Papa, y el Dr. Humberto Medrano Cornejo, en el papel del Príncipe de Blanca Nieves.
El ensayo, por la mañana se tuvo en un campo deportivo de la Municipalidad de Pueblo Libre (Mirko Peraltilla era regidor allí y nos lo consiguió). Y en la tarde de aquel Jueves 4 de Noviembre de 1993 fue nuestra participación en la PUC. Una vez mas, nuestras utileras comandadas por Rosita Aguilar (con su gorrito del Pato Donald) nos prepararon los disfraces para aquella ocasión.
Y llegó la actuación, nos lucimos con nuestras historias. El jurado estuvo compuesto por dos profesores y la actriz Mercy Bustos (quien se divirtió con mi actuación). Y aparentemente ya nos jurábamos ganadores de esta primera etapa. Pero el skcetch de "Manus" estuvo bastante bien. A la hora del anuncio del ganador, todos estábamos tomados de la mano, con el aliento contenido, para gritar nuestro triunfo (aun recuerdo ese momento). Pero, sucedió lo inesperado.... empatamos el primer lugar con "Manus", quienes se sentían los únicos ganadores. La explicación que nos dió el jurado era que nuestro scketch era mas "artístico" (lo cual gustó mucho a Mercy Bustos), y el de "Manus" era más "jurídico", (lo cual gusto mucho a un jurado compuesto en su mayoría por abogados).
Desde aquel día la lucha contra nuestro rival se hizo "descarnada y sangrienta" (bueno, es una forma de decir), si antes nos preocupábamos de ganar, ahora la preocupación era mayor, no nos podíamos dar el lujo de perder un solo punto.
Llegó el día de la Maratón y la de damas se desarrolló con normalidad, excepto por Magaly Báscones que acabó extenuada, y no recuerdo si tuvo algún golpe que le hizo quejarse de dolor, por lo que Salvador del Solar, con buen humor dijo: "Tranquilos, dió a luz un niño". Pero, en la de varones hubo algo que hizo perder el control de los corredores, lo cual originó una controversia y una impugnación por parte de "Manus".
El Sábado 21 de Noviembre era la final, había que presentar un scketch final en la noche en el "Local de Vitaliano". La tensión era grande y "Manus" nos pisaba los talones. Nuestros libretistas (Salvador del Solar, José Delmar y otros) se pasaron la noche anterior preparando y grabando todo. Teníamos una desventaja: Paúl Duclos (uno de los mejores talentos de la promoción) había viajado al extranjero invitado por una revista de Derecho. Además aún quedaba pendiente lo de la maratón. Se preparó una parodia de "Terminator". Cuando "Manus" presentó su scketch (si mal no recuerdo, antes que nosotros), notamos varias semejanzas con el nuestro, que dió la impresión que las ideas se habían filtrado; además se corrió el rumor de que, estando como iban las cosas entre "Manus" y nosotros, casi a la par, quien ganaba el scketch final, ganaba las Olimpiadas, con lo cual seríamos tricampeones. Mientras esperábamos los resultados, en medio de mucha tensión que generó algunos roces entre algunos miembros de la promoción, no dejamos de  divertirnos con el baile, quienes mas lo gozaron fueron los integrantes de la promoción "Habeas" (insisto, no pongo el nombre por respeto a mis lectores) que bailaron como nunca la canción "Mujeres" de Ricardo Arjona.
El resultado lo dió el Dr. Walter Albán (quien hace unas horas sido nombrado Ministro del Interior), y allí no hubo empate: ganamos el sckecth pero, por el tema de la maratón no se anunció al campeón de 1993.
Nosotros igual celebramos el tricampeonato con un almuerzo en La Molina el Sábado 28 de Noviembre. Pero el tema de la impugnación siguió, y "Manus" logró que se corriera nuevamente la maratón de varones, lo que se hizo un sábado de Diciembre. Nosotros no participamos de manera oficial, solo algunos fueron título personal (decisión que, a mi modo de ver, no fue acertada, pero no estuve en la reunión en la que se decidió aquello). Después de la maratón se tuvo la premiación final y sospecho que "Manus" se coronó campeón de 1993 (digo sospecho, porque nosotros ya estábamos en finales y a nadie la importaba saber quien ganaba, solo importaba aprobar los exámenes de fin de curso). 
Puedo decir que, como en toda leyenda, en la de "Goce Tricampeón", lo real se mezcla con lo ficticio: aunque no fue oficial, sentimos el orgullo de ser tres veces campeones de Olimpiadas de Derecho de la PUC, y así lo hemos dicho y sostenido cada vez que el tema salía a relucir en la PUC. 
Han pasado veinte años de aquellos acontecimientos que, aunque ya no nos quite el sueño saber si le ganamos a "Manus" en 1993, nos alegra el haber sido protagonistas de tales eventos, de sentirnos un solo hombre, de sentirnos un equipo que, como dijo Salvador del Solar cuando nos graduamos, tocamos con aquellos triunfos la sensación de lo eterno.
Y yo, veinte años después, doy gracias a Dios por haber conocido y compartido estas experiencias con mis amigos de "Goce", de sentirnos héroes. No puedo dejar de agradecer el regalo de su amistad, de su confianza, de hacerme participar de la diversión de un grupo de jóvenes estudiantes de Derecho.
A todo "Goce" los recuerdo con cariño y me encomiendo a sus oraciones (varios de ustedes creyeron que algunas cosas que hice en las Olimpiadas un dia serían realidad y no scketch, ¿si o no, Jorge Vega?). Espero que, el próximo año, cuando cumplamos veinte años de graduación nos volvamos a reunir y gritemos como en nuestros mejores años:
"Ay
 Ayayay
Ayayayayayayay
Sube, baja, goce, ay"

viernes, 8 de noviembre de 2013

HABÍA UNA VEZ UN CUY (O VARIOS CUYES)

Para quienes me conocen no es ninguna novedad mi simpatía por los cuyes, al punto que, a los Acólitos de la Parroquia de Nuestra Señora de los Desamparados, a quienes dirijo, les digo con mucho cariño "Cuyes", y algunos de ellos me considera un "Cuy mayor".
Todo comenzó en Mayo del 2007 cuando el P. Enrique Rodríguez, S.J. (entonces párroco de Desamparados) sugirió con muy buen humor que un acólito, Alonso Arribasplata (pequeño de estatura, por cierto) se vistiera de Cuy y nos ayude en la tómbola parroquial. Esto (que obviamente no se hizo) dió origen al apodo que lleva Alonso hasta hoy y que, por extensión, se aplicara a los demás acólitos.
Pero, ya hablando del dichoso animalito (popularizado por el Banco de Crédito del Perú como el "Cuy Mágico", y Pedro Pablo Kuczynski como el "PP Cuy"); lo primero que les debo decir es que no soy muy devoto de comerlo, no por su parecido con otro roedor con cola, sino porque me resulta un poco incómodo ya que no tiene mucha carne. La última vez que comí cuy, un domingo de octubre del 2010, me cayó tan mal que me trajo algunos problemas digestivos y por poco me hace pasar un mal rato (léase verbo "huácala") mientras horas mas tarde acolitaba la Misa en la iglesia de San Pedro. Menos mal que no pasó de un malestar y escalofríos.
Como no toda nuestra vida se desarrolla en contextos gastronómicos, les contaré que ha sido en las Kermesses de la Parroquia de Desamparados donde se estrecharon los vínculos entre los cuyes, los acólitos y este servidor, pues esta era la tarea que se nos ha encomendado desde el 2009.
"El Juego del Cuy", consiste, para los que no lo saben, en colocar varias cajas numeradas, la gente apuesta dinero, se coloca al cuy al medio dentro de una caja, se le da vueltas y se le deja salir para que se esconda en alguna caja, la cual se convierte en la ganadora. Aparentemente es sencillo, solo se consigue el cuy, las cajas, se organizan los premios y listo. Gracias a Dios, por lo general los acólitos han tenido siempre buena voluntad en colaborar con la realización de este juego.
Pero no siempre el asunto del cuy ha sido sencillo: mientras que en el 2009 las cosas fueron fáciles y tuvimos dos cuyes; en el año 2010 eran casi la 1 de la tarde y el cuy no llegaba (el juego debió haber comenzado a las 11.30 a.m.), con lo cual este servidor estaba al borde de la histeria (casi fusilo a los dos acólitos que se habían comprometido a traerlos) y ya estaba pensando en dirigirme al Mercado Central en busca de uno. Gracias a Dios llegaron los cuyes prometidos, y todo transcurrió en paz.
En el 2011, un acólito, Jonás trajo solo un Cuy y hasta hicimos una propaganda invitando a la Kermesse. Minutos antes de que el cuy comience su trabajo, Alonso Arribaspalta (que bien vestido acababa de ayudar en Misa) cogió al animalito para tomarse una foto con "su hermano", pero éste, asustado, le ensució la ropa, con lo que Alonso, luego de renegar un poco, se fue a su casa a cambiarse. Todo iba bien ese día, pero ocurrió lo inesperado: el cuy, agotado y estresado, murió en pleno juego. Comienzan los apuros: Jonás lloraba por su cuy, sus padres lo quieren llevar al veterinario y yo no sabía donde meter la cara. Lo más curioso de todo es que los asistentes a la kermesse comenzaron a dar plata "para el funeral del cuy" que tuvo su pequeño velorio en el parque de Breña.
Con esa experiencia el 2012 Jonás llevó dos cuyes para la kermesse (uno de ellos se llamaba "Alonso"). Gracias a Dios todo salió bien y el cuy regreso a su casa sano y salvo (me dijeron que después acabó en un plato de "cuy chactado", como sus antecesores). Para recuerdo de ese año le tomamos a Alonso Arribasplata una foto junto a las cajas del Cuy.
El pasado Domingo 3 de Noviembre tuvimos la Kermesse en Desamparados y Jonás ya se había comprometido a traer el cuy (o los cuyes). La víspera por la tarde, recibo un mensaje que me avisaba que Jonás estaba de viaje por Piura y, por consiguiente, no traería al cuy. Ante eso, puse avisos en el facebook donde me dieron las sugerencias mas impracticables: "consigue en la Universidad Agraria" (¿quien iba a ir un Domingo a las 7 a.m. hasta La Molina?); "pídele a PPK" (como si tuviera uno para prestar). La salida era ir al Mercado Central o al Mercado de Caquetá por la Av. Zarumilla. Ahora, el otro problema era quién iba a comprarlo, porque mandar a un acólito (por mas mayor, responsable y cuidadoso que sea) significaba que iba a perder mucho tiempo buscándolo y hasta dinero, si es que no terminaba asaltado (ya que la Av. Zarumilla tiene sus peligros). Ese sábado por la noche me fui al Mercado Central, pero ya todo estaba cerrado.
Caballero nomás. El Domingo a las 6.30 a.m. me dirigí al Mercado de Pocitos por la Av. Zarumilla en busca del Cuy. Menos mal que un carro me llevaba directo de mi casa a dicho lugar, aunque me dejó a varias cuadras de distancia, por cuanto en el mismo mercado no había paradero. Un poco con miedo, con decisión y con prisa (tenia que tocar y cantar la Misa de las 8.00 a.m.), pregunté donde vendían cuyes "¿un cuy negro?" (¿me habrán visto con cara de chamán?); "¿para comer?"; "No, para tómbola". Así que preguntando me dirigí a un mercado que estaba a algunas cuadras de la Av. Zarumilla, y de solo escuchar como estos animalitos gritaban "cuy, cuy, cuy...", me di cuenta que había llegado a mi destino. Una señora me vendió un cuy, el mas pequeño que tenía, pague 15 soles, lo metió en una cajita y llevando en una mano mi libro de la Liturgia de las Horas y la caja, y sosteniéndome como podía con la otra, me dirigí en un micro hasta Breña.
Ya en Desamparados el párroco me dijo "Pobrecito, se va  estresar. ¿No puedes conseguir otro?". Vamos, ¿quien iba a volver al Mercado de Pocitos para buscar otro cuy? Pues a la de Dios y roguemos que sobreviva a la tómbola. Eso si, el Cuy fue "bautizado" con el nombre de "Alonso" (no me vano me asegure que sea macho, a fin de que lleve el nombre con toda propiedad).
A las 11 había que comenzar a preparar el juego, pero algunos acólitos estaban mas preocupados de irse a jugar con sus amigos (y amigas también) o bailar en la "Chicoteca" (discoteca para niños). Gracias a Dios, y a la ayuda de Jorge y de su mamá y de varios acólitos mas comenzó el "Juego del Cuy". Eso si, me asegure de recuperar la inversión del cuy, porque, además de este juego, nos encomendaron preparar una vianda y había que gastar en ello (una vez mas, estábamos en déficit).
"El Juego del Cuy" resultó un éxito de recaudación a comparación de años anteriores y pudo haber conseguido más fondos, sino fuera porque se acabaron los tickets. Con todo el juego terminó y no hubieron muertos ni heridos. Pero ahora otro problema ¿qué hacemos con el cuy?. "Padre párroco ¿lo rifamos?" "No, mejor que un acólito se lo lleve y lo traiga el próximo año".
Y ahora ¿quien se lo querrá llevar? (tengan en cuenta que en Breña las casas son pequeñas, y poco apropiadas para criar animales). En la noche del Domingo, luego de varias opciones, un acólito aceptó llevarse al cuy a su casa, no sin antes tomarme la "foto del recuerdo".
No creo que en el futuro vuelva a hacerme cargo del "Juego del Cuy" en Desamparados, pero ha sido una experiencia que me ha tocado organizar con mucho gusto. Hubiera querido estar en el mismo juego todo el tiempo, pero me tocaba ver otras actividades, como coordinar la venta de la vianda, tomar fotos, vender rifas...Con todo estoy muy agradecido. Espero que los acólitos hayan aprendido a organizar y realizar este juego, para que, en el futuro, conmigo o "sinmigo" lo sepan hacer en la parroquia, en su colegio o donde les toque hacerlo.
Y hablando de futuro ¿Cuál será el futuro del cuy "Alonso"? ¿Acaso no tenía ya un hogar?
Bueno, al día siguiente de la kermesse, el acólito que se llevó al cuy, con cara de preocupado me preguntó "Manuel ¿no podría quedarse el cuy una semana en casa de un acólito distinto?"
Bueno, al parecer esta historia continuará... Hasta que, como sus antecesores, termine convertido en picante de cuy o en cuy chactado.

viernes, 1 de noviembre de 2013

RECUERDOS DEL 1 DE NOVIEMBRE

Para la Iglesia Universal hoy es la Solemnidad de Todos los Santos, hoy celebramos a todos nuestros hermanos que han vivido el Evangelio, estén o no canonizados. Es una celebración distinta a la de mañana que es la Conmemoración de los Fieles Difuntos, en la que recordamos a nuestros hermanos que han dejado este mundo y por quienes pedimos la misericordia del Señor.
Para mi este día está inundado de varios recuerdos que he traido a mi corazón esta mañana: por un lado, mi experiencia en Ejercicios Espirituales en 1995 y, por otro lado la Celebración del Día del Acólito que teníamos en Desamparados hasta el año 2007.
La experiencia de los Ejercicios Espirituales fue algo que me ha marcado mucho. Ya los había hecho por primera vez en 1994 con la "Casa de la Juventud" (obra dirigida por los Jesuitas) en la casa de Ejercicios de Villa Kotska, Huachipa. No fue una experiencia fácil: la comparo a lo que se hace con un terreno al cual no se le siembra hace mucho tiempo: es necesario picar la tierra y trabajar con la lampa para removerla y sacar la maleza que hay allí; yo creo que si ese terreno podría decir algo, seguramente se quejaría de dolor y no se sentiría cómodo. La noche más difícil escribí "Génesis" que lo he publicado en http://manolotg.blogspot.com/2009/10/genesis.html
En 1995 la experiencia fue mas llevadera, salimos el 27 de Octubre y regresamos el 1 de Noviembre. también fue en Huachipa. Los puntos los daba el P. Javier Uriarte, S.J. y me acompañaba otro jesuita con quien conversaba de mi experiencia para discernir lo que Dios me iba diciendo. Creo que Dios iba disponiendo todo para que salga bien. No dejaba de escribir algunos "versos" que iban expresando lo que iba sintiendo en aquellos días.
Yo iba a un ritmo mas bien lento; bueno, en los Ejercicios no hay que tener prisas. "La espera ensancha el corazón" y "la ansiedad mata la oración", nos decía Javier. Aunque todo iba bastante bien, fue el 1 de Noviembre (casi a estas horas en que estoy escribiendo esto) que, meditando "como quien no quiere la cosa" sobre la parábola del Hijo Pródigo (a la que tanto tiempo le había dedicado el año anterior), Dios me tocaba el corazón. No quiero entrar en detalles, solo les digo que Dios es agradablemente sorprendente y va mas allá de lo que uno planifica o desea en ese momento. Después, creo que fue a las 10.30 a.m. tuve la última entrevista con mi acompañante, y me dijo "Dios te está esperando". Y así fue. Pedí confesarme con el P. Ignacio Muguiro, S.J., a quien no veia hacia algunos años, y el Señor se encargó de llenar de alegría mi corazón, al punto que en el almuerzo comí hasta lo que no me gustaba. Fue mi regalo por el "Día de Todos los Santos".
La alegría que experimenté aquella vez no se vio empañada por las dificultades que tuve al día siguiente, cuando tuve que volver a mis prácticas pre profesionales. Y hasta ahora la tengo presente en el corazón;  y de cuando en cuando es bueno recordarla para tomar fuerzas, sobretodo cuando a veces las cosas no andan bien.
La otra experiencia que recordaba hoy era la celebración del "Día del Acólito" que tuvimos en Desamparados desde 1998 hasta el 2007 y, de algún modo, se tuvo el 2009 y 2010. No quiero recordarla con la pena que he sentido en otras ocasiones; sino mas bien con agradecimiento por "tanto bien recibido".
Creo que hicimos un buen trabajo: cada "Promoción de Acólitos" implicaba dedicación, paciencia, oración... Recuerdo que, cuando invitamos en el 2002 a Mons. Adriano Tomasi, OFM, Obispo Auxiliar de Lima a presidir la Misa por el "Día del Acólito", él quedó muy encantado con lo que vio; no solo estuvo en la Misa, sino también en el "compartir" y premiación a los mejores acólitos en el Salón Parroquial. Al final, cuando se fue, nos dijo, "Gracias, hoy he celebrado mi cumpleaños con ustedes".
Cada celebración tiene recuerdos particulares: algunos años invité a las ceremonias a los niños del Colegio "H. Anselmo María" para animarlos a ser acólitos (en algún caso funcionó); el canto de la "Salve Regina" clásico en nuestras celebraciones (pueden oirlo en http://www.youtube.com/watch?v=eRkBJgOoZvQ); el 2005 en que un acólito, que le costaba mucho ser cumplido por motivos familiares, me dio un abrazo y le dije "lo logramos"; mi papá dirigiendo el coro (realmente majestuoso); los premios a los mas responsables y a los mas "madrugadores" (para eso había que conservar las estadísticas); los padres de familia preparando el agasajo (recuerdo que les decía "no me pregunten sobre que comprar, ustedes vean, solo díganme cuanto hace falta"); tanto que contar...
Hoy los recuerdo con cariño. Creo que aquellos acólitos también lo harán. Nunca se olvida aquello que nos alegra el corazón y marca nuestra vida.
Hoy, recordaré estos acontecimientos acompañando al Señor de los Milagros en su retorno a las Nazarenas y en la Misa que espero acolitar hoy a las 6.00 p.m. en la iglesia de San Pedro. Después de todo, el Gran Protagonista de estas experiencias ha sido siempre Jesucristo, quien toca el corazón y nos anima a trabajar por su reino. A él le agradezco, una vez más, por tanto bien recibido.