miércoles, 24 de diciembre de 2014

RECUERDOS DE NAVIDAD I

"Con paz en el alma a coro cantemos
esta noche santa de grandes recuerdos..."

Esteban de Cegoñal

Navidad, la celebración del Nacimiento de Jesús en Belén es una fiesta llena de recuerdos, de momentos y circunstancias que han marcado esa celebración y que, cuando son buenos y agradables, tenemos el deseo de que se repitan. Por ello, en este día comparto con ustedes algunos de las navidades de mi infancia.

SOPAS LE DIERON AL NIÑO
Los villancicos son canciones populares que, por lo general cantan el misterio de la Navidad (digo "por lo general" porque hay villancicos que no son navideños). Muchas veces no tienen autor conocido y las letras suelen variar de lugar en lugar, ya que el pueblo suele cambiarlas, inventándoles algunas con mucha picardía.
Recuerdo que el primero que aprendí, aún antes del "Noche de paz" fue el famoso "Sopas le dieron al niño", y lo aprendí para hacer un nacimiento vivo en 1974 en el jardín de la Infancia N° 14, donde tuve mi Educación Inicial.
La letra es muy sencilla: "Sopas le dieron al Niño, no se las quiso comer y como estaba tan dulce, se la comió San José. Vamos al portal con su resplandor que salga la luna bella y el hermosos sol, esa hermosa luna con su resplandor". Sobre la letra el P. Ricardo Rodríguez dijo alguna vez "A quien se le ocurre darle sopa a un Niño recién nacido", y el P. Enrique Rodríguez, S.J. escribió alguna vez que eso no habría ocurrido en Belén, sino cuando Jesús ya era mas grandecito.
Este villancico era parte de un "long play", un disco de vinil, grabado en 1965 por el Coro del Colegio "Manuel Pardo" de Chiclayo, y que ha sido el "clásico" navideño en el Perú, mucho antes que "Los Toribianitos".
En la Nochebuena de (1974, tenía 5 años) mi mamá compró el disco, pero esa 24 de Diciembre fue inolvidable, no tanto por el disco que alegró la casa, sino porque, después de visitar a la tía Leonor después de comprar el disco, vimos que la pollería que estaba en la esquina de su casa (Av. Arica con el Jr. Huancabamba), se estaba incendiando y las llamas consumían el local. Recuerdo que me asuste al igual que mis hermanos, y por un tiempo no quería visitar esa casa por temor a ver otro incendio.
Este disco ha animado las navidades de mi familia, al igual que las de muchos lugares y a muchos nos traerá recuerdos de la infancia. Les invito a escucharlos a través de laweb del Colegio Manuel Pardo.

EL CHOCOLATE DE LA TIA LEONOR
Es tradición tomar chocolate caliente en Navidad, sobretodo en aquellos lugares donde hace frío en esta época del año. Sin embargo, aquí en Lima se suelen hacer muchas "chocolatadas", donde se sirve chocolate caliente a pesar de que estamos casi en verano. Bueno, así es la tradición.
Cuando mi mamá era colegiala vivió un tiempo con su tío Juan, ya que mis abuelos vivían fuera de Lima. Durante el tiempo que vivió con él, su esposa, la tía Leonor que era cuzqueña, le enseñó a preparar el chocolate al manera de su tierra. Cuando mi mamá se casó visitaba con cierta frecuencia a la tía Leonor, quien para Navidad le regalaba tabletas de chocolate que le mandaban del Cuzco y que mi mamá preparaba siguiendo la misma receta.
Me encanta el chocolate, pero tengo que tomarlo con cariño y respeto, porque, en ocasiones me ha caido un poco mal (léase verbo "huácala"). Uno de los mejores que he probado ha sido el que preparaba la Sra. Delia de Lobos en la Parroquia de Nuestra Señora de los Desamparados y que, gracias a Dios, no me traía problemas. Pero el chocolate de la tía Leonor se lleva la palma: como ese no he probado otro mejor, el sabor es distinto, la textura es distinta, y creo que la receta que hasta hoy sigue usando mi mamá tiene un toque que lo hace único.
Cuando hice la Primera Comunión el 30 de Diciembre de 1979, mi mamá sirvió el chocolate que enviaba la tía Leonor, siguiendo su receta. Creo que el hecho de que lo preparen en un día tan especial para mi lo hace mas inolvidable.
Aunque sea verano y haga calor, hay sabores que nos traen recuerdos. Y también, de alguna manera, son una oración por aquellos que compartieron algo con nosotros.

EL NIÑO JESÚS DEL CALLAO
Muchas familias conservan alguna reliquia o antigüedad que, por haber pertenecido a alguna persona con quien nos unía un vínculo muy fuerte, lo hace aún mas valioso.
En casi todas las casas se suelen armar los nacimientos y cuando era niño era interesante ver lo que se preparaba (y hasta dar alguna opinión); pero en la única casa donde no veía ninguno era en la casa de mi abuelo Armando en el Callao, a quien visitábamos el 1 de Enero por ser su cumpleaños.
Pero un año me quedé sorprendido: tenían un nacimiento con un Niño Jesús bellísismo. ¿por qué recién lo sacaron cuando yo tenía mas o menos 9 años? Bueno, mi tía lo cuidaba mucho, era reliquia de mi abuela, de mi bisabuela, de mi tatarabuela y quien sabe si de mi tatara tatarabuela; y temían que alguno de nosotros podría romperlo (seguro que alguno de mis lectores debe pensar que lo cuidaban de mi, que tengo fama de romper todo).
El Niño Jesús es una imagen de madera, de ojos de cristal, cabello dorado y paladar de plata. Mi papá dice que debe tener mas de 100 años. Mi abuela Mercedes lo cuidaba con cariño y le hacía su ropita, la misma que lleva en la foto que pueden apreciar.
En Octubre de 1992 fui al Callao y le pedí a mis tíos que me dejaran tomarle una foto, asi que preparamos todo, el sol salió y ayudó a tomar la foto que pueden ver. Curiosamente, después de tomar la foto, el sol se ocultó.
Últimamente, mi tía le ha cosido un vestido de color azul. Me ha dicho que es de la misma tela que le cosieron el vestido a mi abuela para el matrimonio de mis papás. Yo espero pronto ir al Callao y, vestido con mi hábito de Oblato, tomarme una foto con este Niño.
Quizás con una foto así, y viendo que la imagen quedó ilesa, se irá mi "fama" de romper lo que toco.

Continuara...