miércoles, 29 de mayo de 2013

IN MEMORIAM: SRA. GLORIA

Quien llegaba a Desamparados allá por las décadas de los 80 y 90 del pasado siglo, así como en los primeros años de este, se encontraba con una persona sencilla, servicial y acogedora; nuestra amiga Gloria Quichiz de Vela. Aunque la veíamos trabajar con mucha seriedad, quienes entablamos amistad con ella pudimos disfrutar de sus gestos maternales y de su buen humor.
Aunque no participaba de ningún grupo de la parroquia, llevaba sobre sus hombros la responsabilidad del manejo del Despacho Parroquial: las misas, la documentación, las comunicaciones con las parroquias y con el Arzobispado... en fin, tantas cosas que, aunque no se ven, son una gran tarea pastoral. Pese a que esta actividad implica un cierto "poder", nunca se sintió "dueña", ni tuvo gestos que muestren "poder", sino mas bien de servicio, a pesar de que, en este trabajo como en otros, tenía que soportar las impertinencias de algunas personas que iban al Despacho Parroquial.
Los padres jesuitas que trabajaron con ella confiaban en su buen desempeño y supieron valorar su trabajo y responsabilidad: recuerdo que, en ocasiones cuando iba a pedir algo al P. Enrique Monteverde, S.J., él me decía "eso coordínalo con la Sra. Gloria"; los PP. Antonio Alonso, S.J., Jorge Forno, S.J. y Carlos Murtaugh, S.J. encontraban en ella a una colaboradora eficaz, igualmente los demás jesuitas que, desde las diversas comunidades de la Provincia Peruana necesitaban algún dato o servicio sabían que la Sra. Gloria les iba a atender bien. Las Misioneras Parroquiales del Niño Jesús de Praga que han trabajado con ella en el Despacho Parroquial han encontrado en ella una amiga muy valiosa.
Cuando, después de la muerte del P. Monteverde, el P. Jorge Crooke fue designado Párroco de Desamparados, la convocó para que forme parte del Consejo de la Parroquia, porque la Sra. Gloria no solo era la Secretaria Parroquial, sino la persona que conocía muy bien el funcionamiento administrativo de la parroquia y su aporte era valioso en la toma de decisiones.
Nunca se prestó al chisme, ni a la maledicencia; sino que mas bien apostó por el respeto, la discreción y la caridad con los demás. Si algo había que corregir o aconsejar lo hacía con mucho respeto y delicadeza.
Muchas veces gozamos de sus gestos de amistad, cuando con motivo de Fiestas Patrias o Navidad salíamos a comer con algunos trabajadores y amigos de la parroquia, donde la pasábamos bien entre broma y broma. Recuerdo incluso que, cuando fue a verme al hospital después de mi operación de apendicitis, bromeamos un poco (no mucho porque me dolía la operación). Lloramos juntos las muertes inesperadas de Arick Quispez en 1999 y del P. Monteverde en Diciembre del 2000. La Sra. Gloria nos unía como amigos.
En verdad fue una trabajadora sencilla; y por eso, cuando en Marzo del 2004 se jubiló, ella rechazó el homenaje que el P. Crooke le quiso hacer para agradecer su servicio a la parroquia; y solo aceptó un almuerzo con sus amigos mas queridos. Creo que se tomó muy en serio el pasaje del Evangelio que dice: "Somos unos pobres siervos, hicimos lo que teníamos que hacer" (Cf. Lucas 17, 10).
Y aunque ya no trabajaba en la parroquia siguió colaborando en el Consejo de la Parroquia y en diversas actividades en que se le necesitaba, siempre con esa cuota maternal y de buen humor que le caracterizaba.
La vi por última vez el año pasado antes de su viaje a Italia, junto a su esposo. Después, hace poco mas de un mes, supe que el cáncer la venía consumiendo, pero no pensé que la enfermedad estaba tan avanzada, que se fue demasiado rápido.
Hace una semana, a estas horas (12.51 p.m.) la despedían en la Parroquia de Desamparados. No pude asistir, pero me despedí de ella el día anterior. Y mientras celebraban la Misa Exequial yo, desde mi casa, recordaba las bromas que nos hacíamos en el Despacho Parroquial. Esa es la imagen y el gesto que guardo de la Sra. Gloria.
Creo que los PP. Enrique Monteverde y Jorge Crooke ya tienen quien atienda su "Despacho" en el cielo. Y deben estarle agradeciendo (con esa generosidad y cariño que los padres jesuitas tenían con sus trabajadores y colaboradores y que hoy, lamentablemente, ya no se ve en Desamparados) por su trabajo. Sospecho que deben haber bromeado largo rato con nuestros amigos Raul Rentería, Arick Quispez y tantos hermanos que nos han precedido en el signo de la fe y gozan en el Señor. Y creo que Jesús, junto a María nuestra Madre, le habrán dado un fuerte abrazo de bienvenida y le habrán dicho: "Sra. Gloria, sierva fiel y cumplida, como has sido fiel en lo poco se te dará mucho mas. Pasa al banquete de tu Señor".