viernes, 31 de julio de 2009

¡GRACIAS COMPAÑEROS DE JESUS!


"En Jesús Ignacio de Loyola
Descubriste a tu Señor
y les diste servidores
fieles al servicio del amor".
(Antonio Massana, S.J.)
Desde que era un niño he estado vinculado a la Compañía de Jesús: me bautizó el P. Pablo Urrunaga, S.J. en la Parroquia de Santo Toribio, atendida entonces por los jesuitas; mi mamá me llevaba a rezar, a la parroquia de Nuestra Señora de los Desamparados de Breña, donde hice mi Primera Comunión en 1979 y mi Confirmación en 1986. Sin embargo, mi primer contacto formal con ellos fue en 1982 cuando el P. César Regueras, (un sacerdote a quien le gustaba la liturgia y el latín, y por quien comencé a cantar y gustar el canto gregoriano) me abrió las puertas de la parroquia, convirtiéndose en mi primer Director Espiritual. Conversé mucho con él y fue por él que comencé a asistir con regularidad a Desamparados. Del P. Reguras tengo un bello recuerdo, ya que él fue quien me confesó la víspera de mi Primera Comunión y el me hizo llevar las ofrendas en la Misa de Primera Comunión (recuerdo incluso qué vinajeras fueron).
Recuerdo a los demás padres de esos años: El P. Enrique Monteverde, era el Párroco, alto, serio, inspiraba mucho respeto, fue párroco 20 años, y aunque los últimos meses la salud ya le traicionaba, él siguió trabajando allí hasta el mismo día de su muerte; el P. César Toledo, un cura mayor, alto gordo, muy preparado, a quien no se le escapaba ningún detalle a la hora de confesar, siempre con las cosas claras; el P. Antonio Alonso, muy sencillo, escribiendo sus libritos y catecismos, un hombre que para celebrar la Misa salía recogido a la sacristía; al P. Carlos Murtaugh un hombre muy sencillo, sin grandes discursos, al servicio del pueblo en el confesionario, al lado de los enfermos, acompañando en los velorios, y visitando las casas que se lo pedían, si algún agente de pastoral se enfermaba él se hacía presente con los sacramentos (recuerdo que cuando me operaron de apendicitis el fue al hospital a llevarme la Comunión); el P. Jorge Forno, Director del colegio “San Francisco Javier”, de carácter fuerte (había sido capellán militar), inspiraba respeto y en el confesionario era muy claro, casi como el P. Toledo, lo recuerdo en el confesionario, recogido en la Misa, llevando los sacramentos a los enfermos; Mons. Pedro Barreto Arzobispo de Huancayo, trabajando al lado de los jóvenes, lo recuerdo ameno en el confesionario y sus homilías siempre me cuestionaban; el Hno. Juan Retuerta a quien solo conocí de vista, pero lo recuerdo rezando el Rosario en la iglesia, el Hno. Amador Ruiz, hombre sencillo, de pueblo, trabajador.
El tiempo hizo que algunos se queden y otros lleguen a Desamparados: el P. Guillermo Villalobos, que fue mi Director espiritual, amigo de la música; el P. Modesto García Madariaga, hombre servicial, sencillo, cantaba bien, aunque la salud no le ayudó mucho; el P. Manuel Marzal, Antropólogo, con un estilo muy pausado de hablar y muy claro en sus exposiciones sobre sectas y religiosidad popular, nunca olvidaré que estuvo sirviendo en la parroquia hasta un mes antes de su muerte, trabajando hasta el final; el P. Roberto Beckman, un hombre muy espiritual, sencillo, asesor de religiosas y director de ejercicios espirituales; el Hno. Alfredo Tarancón, hombre sencillo, de oración y de trabajo; el P. José Sancho, confesor en el templo, Asesor espiritual de la Pastoral familiar y de mucha gente; el P. Jorge Crooke, párroco seis años, de carácter fuerte, amigo de los niños y los jóvenes, con quien iniciamos y consolidamos el Centro de Conciliación; el P. José Francisco Navarro, artista, que me abrió mas ampliamente las puertas del arte, de la música de Bach y del conocimiento de mi mismo; el P. Enrique Rodríguez, el último párroco jesuita de Desamparados, que en un año se hizo querer por todos, amigo de la liturgia, la música y el arte, amigo de los acólitos.
Y recuerdo a otros que no vivieron en esta casa pero que ayudaron aquí: el P. Benjamín Fernández Dávila, jesuita anciano, padre espiritual del grupo de Acólitos, hombre alegre, con el corazón puesto en Dios, sencillo aun con sus doctorados y haber sido rector en la Universidad de Piura; el P. Kevin Flaherty, confesor en el templo, ayudando con las Misas, atendiendo a la gente; el P. Manuel Díaz Mateos, biblista, que en sus homilías nos hacía ver que la Palabra de Dios no es cosa del pasado, a quien, junto a Kike Castro en una Jornada les escuché por primera vez, con el corazón, que Dios nos amaba sin condiciones y al 100% siempre.
De la Compañía de Jesús he aprendido mucho. Les debo muchísimo, me enseñaron no solo cuestiones pastorales y litúrgicas, sino que me enseñaron, dentro de la dinámica de los Ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola que Dios cree, confía y apuesta por nosotros, aun con nuestras limitaciones, defectos y también con nuestros puntos fuertes. Y me le grabaron en el corazón. Y no solo me lo enseñaron con palabras, y dejándome a solas con Dios, sino que lo remacharon dándome responsabilidades. Yo no he merecido tanta confianza, pero fueron conmigo muy generosos; y si ellos los Compañeros de Jesús lo fueron conmigo, tengo la certeza de que es una muestra de la misericordia y el cariño que Dios me y nos ha regalado porque, como dije Dios cree y confía en nosotros.
Escribo estas líneas con el corazón emocionado, y recordando no solo a los jesuitas que he conocido en Desamparados, sino a otros a quienes el Señor me dado el inmenso regalo de conocer en diversos lugares: a Mons. José María Izuzquiza, confesor en la iglesia de San Pedro, obispo emérito de Jaén, santo, comprensivo y amable; al P. Ignacio Muguiro, el hombre que me enseñó a amar y ser amigazo de Jesucristo hasta con los tuétanos; al P. Javier Uriarte (que me decía, por fastidiar, "Monseñor"), a los PP. Kike Castro, Alberto Lázaro, y Fernando Jiménez Figueruela, que me han acompañado, alentado y jalado las orejas en ejercicios espirituales; al P. José Piedra a quien “le di una manito” en la liturgia, y a tantos jesuitas que me han soportado en el confesionario.
Hoy la Compañía de Jesús no está en Desamparados, pero me toca trabajar por “la mayor gloria de Dios” junto al clero diocesano de Lima; “amar y servir a su Divina majestad” por encima de carismas y personas, porque eso nos pide San Ignacio “sentir con la Iglesia” y ·sentirnos Iglesia”.
Agradeciendo “tanto bien recibido” de los jesuitas debo decirles que conocer a San Ignacio de Loyola y a los jesuitas ha sido uno de los mayores regalos que he recibido. Y por favor, cuando digo regalos, no digo premios (como si hubiera tenido que hacer algo para merecer lo que recibí de ellos), ni tampoco comercio o trueque (como si tuviese que dar algo a cambio); digo regalos, porque es algo gratuito, que recibí porque Dios me lo quiso dar, con gran cariño, generosidad, solo porque es bueno conmigo y no espera que yo sea santo o perfecto para que el sea bueno conmigo.
Les invito a escuchar algunos cantos ignacianos en http://www.jesuitasdeloyola.org/presentacion/multimedia-ES/musica-ES.html

lunes, 27 de julio de 2009

¡HASTA SIEMPRE, OSCAR!

"Mi alma tiene sed de Dios
¿Cuándo llegaré a ver su rostro?”

Salmo 41

A mi amigo Oscar Andamayo del Colegio “Hermano Anselmo María”

Hace 5 años, en Agosto del 2004, te di una Jornada cuando te preparabas para hacer la Primera Comunión en el Colegio “Hermano Anselmo María”. Yo era amigo de varios compañeros tuyos, pero a ti no te conocía.
Recuerdo que en esa Jornada les pedí que me escribieran dónde y como les gustaría encontrase con Jesucristo. No había obligación de compartirlo, ya que era un trabajo personal. Esa vez, me llamaste y me dijiste: “Yo quisiera encontrarme con Jesús jugando al futbol con el polo del Cristal yo le doy pases de pelota y el me los da a mi”.
Tu respuesta me sorprendió: primero porque nunca habíamos conversado, y segundo porque no pensé escuchar lo que me dijiste. Recuerdo que te respondí “Muy bien, allí está Jesús”.
Tu respuesta me hizo reflexionar, la he compartido en mis Ejercicios Espirituales el año 2005 y publiqué un artículo en el Boletín Parroquial de Desamparados en el cual decía que podemos encontrar a Dios jugando al futbol, en la alegría, en la vida. Tú me lo dijiste al corazón, allí donde Dios habla de diversas maneras.
Hiciste la Primera Comunión el 20 de Noviembre del 2004 y supe que, por esas fechas, competías para ser Alcalde Escolar en una lista distinta a la de un gran amigo mío. Se que le ganaste las elecciones y que mi amigo estaba por impugnarlas porque no veía mucha transparencia en ellas. Al final fuiste Alcalde del “Anselmo”.
Te he visto pocas veces, en una de ellas me tomé la foto que aparece aquí, y en otra (que curioso) estábamos celebrando el cumpleaños de mi amigo a quien le ganaste la elección de la Alcaldía escolar.
Me dijeron que eras buen alumno, y que leías mucho.
Hace casi dos años supe que estabas con leucemia; pero pensé que podría manejarse. Se que tu familia no tenía muchos recursos económicos (de alguna manera lo intuía), y que organizaron una pollada para ayudarte. Después, por un correo de una profesora de tu colegio me enteré que estabas en estado de coma, y por lo que pregunté a unos amigos tuyos, supe que tu estado era de gravedad.
Hace un año te fuiste al cielo. Sospecho que después de haberle dado un fuerte abrazo a Jesús y un beso a la Virgen, te habrás puesto tu polo del Cristal y te habrás jugado ese partido de futbol que querías jugar con el Señor. El te ha concedido lo que querías.
Por diversas circunstancias no pude ir a despedirme de ti. Tenía la intención de hacerlo y de contarles lo que he escrito líneas arriba. Como esta anécdota la he compartido con varias personas espero que alguien la haya recordado.
Tus familiares, tus maestros y tus amigos (incluso aquel a quien ganaste la elección de Alcalde en el “Anselmo”) lloramos tu partida. Te escribo estas líneas con mucho cariño, y con lágrimas en los ojos, pues a pesar de que hablamos poco, me dijiste muchísimo sobre Jesús. Desde aquí te hago barra, soy tu hincha, y espero que cuando nos encontremos en el cielo me invites a tu equipo con Jesús, donde espero jugar al futbol mejor que aquí en la tierra.

¡Hasta siempre Oscar!

viernes, 17 de julio de 2009

¿QUIEN NOS SEPARARA DEL AMOR DE DIOS?


El día en que yo cumplía años la Liturgia de las Horas nos proponía, en el Oficio de Lectura de la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, este texto les transcribo:

"Sabemos que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman; de aquellos que han sido llamados según su designio. Pues a los que de antemano conoció, también los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que fuera él el primogenito entre muchos hermanos; y a los que predestinó, a ésos también los justificó; a los que justificó, a ésos también los glorificó.
Ante esto ¿qué diremos? Si Dios está por nosotros ¿quién contra nosotros? El que no perdonó ni a su propio Hijo, antes bien le entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará con él graciosamente todas las cosas? ¿Quién acusará a los elegidos de Dios? Dios es quien justifica.
¿Quién condenará? ¿Acaso Cristo Jesús, el que murió; más aún el que resucitó, el que está a la diestra de Dios, y que intercede por nosotros?
¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿La tribulación?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿los peligros?, ¿la espada?, como dice la Escritura: Por tu causa somos muertos todo el día; tratados como ovejas destinadas al matadero. Pero en todo esto salimos vencedores gracias a aquel que nos amó.
Pues estoy seguro de que ni la muerte ni la vida ni los ángeles ni los principados ni lo presente ni lo futuro ni las potestades ni la altura ni la profundidad ni otra criatura alguna podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús Señor nuestro".

Romanos 8, 28-39

Lo he meditado muchas veces, aun en momentos de turbulencia espiritual: Dios dispone de todo para nuestro bien. A veces no entendemos las dificultades y pensamos que Dios nos ha abandonado. Sin embargo la última palabra siempre la tiene Dios. Pase lo que pasa no nos deja de amar y no nos abandona.
No quiero hablar más sobre el texto. Lo dejo para que usted, mi amable lector, lo lea con el corazón y lo ore con calma. De lo que se trata es de que el texto nos hable al corazón y de pedirle al Señor que nos conceda experimentar su amor que no nos abandona, aun cuando la vida se torne difícil.
Que Dios nos llene de paz espiritual y nos haga experimentar en nuestra vida estas palabras de San Pablo.

Para ti, amigo, que en estos momentos estás sufriendo y que buscas en la fe tu consuelo y tu fortaleza.
Escuche la Canción de Kiko Argüello "¿Quien nos separará?" en http://www.camino-neocatecumenal.org/neo/CARISMAS/cantores/cantos_de_kiko%201972.htm

jueves, 16 de julio de 2009

LO QUE PUDO SER Y NO FUE


Ayer 15 de Julio Breña cumplia 60 años de creación como Distrito limeño. Como ya es costumbre se tuvieron diversos actos, los mismos que incluían el tradicional desfile escolar, al cual suelo asistir para ver marchar a varios amigos míos de los colegios de la jurisdicción parroquial. En años anteriores el desfile se realizaba días antes del aniversario, y esta vez lo realizaron el mismo día (no entiendo el motivo del cambio). Lo malo fue que ese día comenzaban las vacaciones escolares adelantadas por motivos de sanidad (para evitar la propagación del virus de la famosa "gripe porcina") y quedaban suspendidas clases y desfiles escolares. El desfile de Breña se suspendió a última hora, cuando las escoltas y delegaciones escolares ya estaban formadas, listas para iniciar su paso por la tribuna. Me comentaron de que antes de que se comunicara la suspensión del desfile el Alcalde de Breña tuvo una acalorada discusión a través del teléfono celular (las malas lenguas decían que era con el Ministro de Educación, bueno ambos son del partido de gobierno), y ante la presencia de la Fiscal de Prevención del delito y de los medios de comunicación, no les quedó mas remedio que disponer que los escolares se retiraran dejándolos "con los crespos hechos".
Los medios de comunicación han informado el aspecto referido al desacato a las disposiciones del Ministrio de Educación; pero, la otra cara de la moneda, es la frustración de los escolares que iban a competir en el desfile, algunos por última vez; no faltaron quienes lloraron al no poder competir y llevarse el "confalón" (estandarte que otorgaba la Municipalidad) para su colegio.
En los últimos años he criticado el excesivo culto a "lo militar" que hay en nuestra sociedad y en nuestros colegios. No dudo que la disciplina "al estilo militar" ayuda en la formación de nuestros niños y jóvenes, pero a veces se exagera. Sin embargo no puedo negar que uno se llena de emoción al desfilar que las marchas militares exaltan el espíritu patriótico y nos llenan de recuerdos.
Cuando asistimos a un desfile no deja de ser gracioso escuchar lo que dicen maestros de ceremonias o locutores cuando pasan los colegios: "aquí pasa la juventud con paso marcial", "estos son los ciudadanos del mañana" y cosas por el estilo, porque muchas veces dicen palabras huecas, sin sentido y, sobretodo, porque nadie les presta atención. Ahora, a mi me resulta más gracioso porque, cuando estuve en 5º de secundaria en 1986, no hubo desfile en las calles (por causa del terrorismo) sino en el mismo local escolar y yo era el "maestro de ceremonias" que tenía que decir esas frases que nadie escucha (y que bueno que no me hayan prestado atención porque tuve que improvisarlo todo y debo haber dicho muchas tonterías).
El desfile de ayer no iba a ser una simple exhibición "cuasi militar", sino una competencia y, como en toda competencia, cada participante pone todo su esfuerzo para ganar. A veces los criterios de evaluación son sorprendentes: en el último aniversario del Colegio "Hno. Anselmo María" de Breña, ante un triple empate en el concurso de escoltas de secundaria, ganaron las alumnas del Colegio "General Prado del Callao", a quienes se les dió el premio por puntualidad: habían llegado al colegio a las 2.30 a.m.
A pesar de que critico las imitaciones militares, no puedo dejar de reconocer que estos niños y jóvenes se esmeran tanto como si se tratara de un campeonato deportivo: había que salir a "defender" a su colegio, a sacar la cara por él, para que el colegio se lleve el premio el "gallardete" o el "confalón". Y eso es admirable: verlos allí, dándose con ganas en los ensayos y en el desfile, unidos como un solo hombre. En años anteriores los acompañaba a esperar los resultados y no podía dejar de sentir y compartir su misma emoción cuando esperaban los resultados y también la misma pena cuando no ganaban; porque cuando se trata de sacar la cara por nuestro grupo (colegio, patria, universidad, barrio, equipo, comunidad, etc.) somos capaces de darnos el todo por el todo; es allí donde nace el compañerismo, la solidaridad, la emoción se sentirnos un solo hombre para celebrar un triunfo o llorar una derrota.
Notas:
2º Este artículo es un "remake" de otro que escribí en el año 2006, versión "corregida y aumentada"; y va dedicado a todos los escolares que, como un solo hombre, sacan la cara por su colegio, en especial a aquellos que han compartido conmigo la experiencia, la mística y el orgullo de ser parte de la escolta, del "estado mayor" o del batallón de su colegio.

sábado, 4 de julio de 2009

DIA DEL AMIGO


Ha sido una buena iniciativa la de celebrar el primer Sábado de Julio el "Día del Amigo". Como ya lo insinué en el artículo que publiqué el 14 de Febrero, es mejor dejar ese día para los enamorados y buscar una fecha mas apropiada para recordar y celebrar a los amigos.
Tenía pensado escribir otro artículo con este motivo, pero al final de ese día llegue a la conclusión de que la mejor forma de celebrar el "Día del Amigo" es siendo amigo, compartiendo con ellos la experiencia de la vida.
Y eso fue lo que hice ese día: a mis habituales actividades sabatinas (reunión y pichanguita con los acólitos por la mañana; compras en el supermercado por la tarde y Misa por la noche), le añadí una sencilla pero agradable cena con cuatro amigos en un chifa; luego al volver a mi casa y entrar al facebook me entero que un amigo mío había perdido a un ser querido por lo que le mande un mensaje de consuelo, ya que no sabía donde ni cuando serían las exequias.
Ser Amigo es eso: compartir alegrías y penas, acompañar, alentar, corregir y decir la verdad con cariño.
A lo largo de estos 40 años de vida Dios me ha regalado la amistad de mucha gente: amigos de diversas edades, grados de instrucción, formas de ser y de pensar. Con muchos de ellos me sigo comunicando en vivo o a través del internet, con otros (y por diversos motivos) nos hemos distanciado; a varios de ellos quizás nunca mas los vuelva a ver, otros ya fallecieron...
Gracias amigos del "Hipólito Unanue", de la Universidad Católica, del Grupo de Acólitos de Desamparados; amigos de la Iglesia y del mundo del Derecho, amiguitos del "Anselmo", amigos de los diversos lugares donde he estudiado, trabajado o simplemente caminado. Gracias "por tanto bien recibido"; por esa amistad que me llena de alegría, y que se ha expresado en el estudio, el juego, la pastoral; la conversación y el silencio, la pena y la alegría; por esa amistad que ha dejado huella en el corazón con gestos y palabras, con cosas materiales como una foto o un regalo sea un objeto valioso o un simple pedazo de papel de cuaderno con un saludo sencillo.
Y de todos los amigos que Dios me ha dado, agradezco la amistad del mejor de todos: de Jesús de Nazaret. Como me decía el P. Ignacio Muguiro, S.J. "el único amigo que permanece siempre es Jesucristo"; el único que siempre ha sio fiel y me tiene paciencia, que sabe como soy y sigue apostando por mi. El Amigo con el que me encarñé cuando tenía 10 años y al que espero dar un abrazo cuando lo vea cara a cara. El Amigo que da sentido a todas las amistades que tengo, y a quien he presentado a muchos de mis amigos. El "Amigo que nunca falla".

¡FELIZ DÍA DEL AMIGO!

Un amigo es - Magneto (Video tomado de http://www.youtube.com/watch?v=aX2ziM9qq3M)