lunes, 27 de marzo de 2017

EX LUX IN TENEBRIS LUCET

"Y la luz brilló en las tinieblas"

El pasado Viernes 24 de Marzo la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) ha celebrado el Centenario de su fundación. Son muchos los recuerdos que guardo de esta casa de estudios donde, gracias al esfuerzo de mis padres, me formé para ser abogado titulándome el 24 de Septiembre de 1998. Allí pasé muy buenos años de mi vida y conocí a mucha gente a la que tengo el mayor de los aprecios.
Muchas veces se ve a la universidad como una "fábrica de profesionales", a donde se ingresa para estudiar una carrera que nos permita ganar mucho dinero. En realidad no es así: la Ley Universitaria actual la define como una comunidad académica orientada a la investigación y a la docencia, que brinda una formación humanista, científica y tecnológica con una clara conciencia de nuestro país como realidad multicultural.* 
Los que pasamos por la PUCP hemos recibido una buena formación académica y humanista, en una Universidad que fue fundada por el P. Jorge Dinthilac como un centro católico de estudios superiores, a la que el Papa Pio XII erigió como persona de derecho canónico en 1942. Hemos tenido profesores buenos y no tan buenos, con diversidad de criterios y pareceres. Si me preguntan por los buenos, de inmediato me viene a la mente los nombres de Marcial Rubio, Lorenzo Zolezzi, Francisco Eguiguren, Carlos Montoya, Alberto Bustamante... se que hay muchos mas y cada quien añadirá los nombres que mas recuerde. Y si me preguntan por los "no tan buenos", creo que es mejor dejarlos bien guardados en el baúl de los recuerdos (no siempre un buen nombre es garantía de una buena calidad docente o humana).
En la Católica aprendí, además de Derecho, muchas cosas que me abrieron los ojos y el corazón para ser mejor persona, que me mostraron que el mundo es mas grande y más sorprendente de lo que creía; que hicieron que la luz brillara en las tinieblas. Quisiera recordar algunas que aprendí con el corazón:
- Aprendí que las diversas realidades y situaciones humanas deben verse con calma, sin juzgar a las personas.
- Aprendí que, "Un abogado debe estar curado contra el susto", no escandalizarse de nada (Dr. Rogelio Llerena).
- Aprendí que aquellas personas de otras latitudes del mundo a los que llamamos "primitivos", aunque no cuenten con adelantos tecnológicas, tienen  una cultura grande, compleja y mas rica de lo que imaginamos (Dra. Norma Fuller).
- Aprendí que un texto poético, narrativo, o un discurso dicen muchas mas cosas de las que se escuchan, solo hay que observar y estar atento (Roberto Forns).
- Aprendí que el Derecho y la Ley no pocas veces fracasan, y frente a eso no nos queda mas que aceptar la realidad; en unas ocasiones sonreír (y hasta reír a carcajadas) y en otras llorar (Estudie Derecho en la época del autogolpe de 1992).
- Aprendí que el "Derecho no está en las europas y en las españas, sino en el pueblo", no está en los libros de los grandes intelectuales, sino en la realidad que nos rodea (Dr. Carlos Montoya Anguerry).
- Aprendí que, para algunas situaciones hay varias respuestas y soluciones posibles, y que no siempre la del profesor es la única, o la mejor (Dr. Alberto Bustamante, que invitaba a su clase a expositores con ideas diferentes a la suya).
- Aprendi que las ideas se discuten con ideas y con respeto, no con los ataques personales (que son señal  de que no tenemos ideas); y que, en ocasiones, conviene pensar como la parte contraria, para entender sus argumentos y motivaciones y sustentar mejor los nuestros.
- Aprendí que podemos discrepar con nuestros amigos y compañeros, pero solo en las ideas y que más allá de todo eso podemos darnos un fuerte abrazo, compartir y reír con quienes pensamos distinto y hasta de manera antagónica (Se me viene a la mente aquella canción que cantábamos, acompañados de la guitarra de la Dra. Elsa Tueros, en la misa que el P. Manuel Marzal tenía en la capilla de la Universidad los días lunes: "Evangelio es decir amigo, es decir hermano...").
- Aprendí que podemos estudiar con alegría, divertirnos y reírnos de nosotros mismos (Gracias "Goce" que esto lo aprendí con ustedes).
- Aprendí que todos podemos soñar, crecer, fortalecer nuestras flaquezas y ser mejores; que podemos ser líderes comenzando a creer en nosotros mismos; que se puede mirar con optimismo y hacer realidad los sueños (Gracias Prof. Jacqueline Otiniano su curso de "Gestión empresarial" fue el "broche de oro" a mis estudios en la PUCP que estudié cuando comenzaba mi experiencia con los Ejercicios Espirituales de San Ignacio: no pudo haber habido mejor momento).
Por supuesto que aprendí muchas cosas mas. Solo he citado estas que son las que más recuerdo y que, aunque no siempre he seguido con fidelidad lo aprendido, me ayudaron a ser mejor persona, mas cristianos, mas católico y universal.

¡Gracias por tanto bien recibido!
¡Feliz Centenario a todos mis amigos de la PUCP!

*(Art. 3º de la Ley 30220)