martes, 11 de diciembre de 2012

REQUIEM PARA DOS JESUITAS

P. ENRIQUE MONTEVERDE, S.J.
(+ 11 de Diciembre del 2000)
Querido P. Enrique:
¡Cómo ha pasado el tiempo!
Ya son doce años en que te fuiste de Desamparados, habiendo sido Párroco de Desamparados durante mas de veinte años. Te fuiste en silencio, sin molestar a nadie. "No sabías ni el día ni la hora", pero estabas preparado para el encuentro con Jesús, pues hacía solo dos días que habías terminado tus Ejercicios Espirituales. Y trabajaste hasta el último día que el Señor te dió: tenías que atender a unos novios que habías citado, pero ya no bajaste al Despacho Parroquial porque ya estabas delante de Dios. Cuando años después tus hermanos jesuitas me obsequiaron tu libro de la Liturgia de las Horas, todavía estaban marcadas las páginas del oficio del Lunes 11 de Diciembre, Lunes de la II semana de Adviento.
Quienes te recordamos lo hacemos con cariño: a pesar de tu seriedad que a veces "daba miedo", sabíamos que eras un hombre bueno, un Buen Pastor, un hombre prudente y generoso. La Compañía de Jesús y la Iglesia querían encomendarte cargos de gran responsabilidad (y también de mucho prestigio), tú preferiste quedarte entre nosotros. 
Quienes trabajamos cerca de ti conocimos muy de cerca tu preocupación por la gente necesitada de Breña; de como te preocupabas por el Comedor Parroquial, el Club de Madres, el Dispensario Médico Parroquial. Fuiste paciente con nuestros errores y defectos. Soy testigo de tu buen humor cuando nos reuníamos en el Consejo Pastoral con los representantes de todos los grupos parroquiales, de aquella broma que me hiciste en el Despacho Parroquial antes de entrar a tus últimos Ejercicios Espirituales; o de aquella vez que te "mataste" de risa cuando en un paseo con los Acólitos nuestros amigos Raul Rentería y el H. César Patiño, S.J. me cogieron de los brazos y los pies para lanzarme a la piscina.
Tú me confiaste algunos cargos de responsabilidad en Desamparados: con solo veintidós años fui Coordinador de Liturgia de la Parroquia y mas adelante Director de Acólitos. Me ayudaste en muchas ocasiones, sobretodo debido a mi poca experiencia, a ser mas prudente; me animaste a preparar muchas actividades para los Acólitos de Desamparados, algunas de las cuales las financiaste. Nunca me negaste nada que estaba a tu alcance. Te preocupaste incluso por mi vida profesional, al punto que gracias a ti se implementó el Centro de Conciliación Extrajudicial.
Los que te conocimos y trabajamos a tu lado te agradecemos por todo lo que hiciste por nosotros. Yo te agradezco por tanto bien recibido. Y ahora que estás delante de Dios, te pido que ruegues por esta Comunidad Parroquial de Desamparados, que le pidas a María por nosotros que, desde que se fueron tus  Compañeros Jesuitas, nos sentimos mas desamparados y solos que nunca.
¡Hasta siempre P. Enrique!

P. ROBERTO BECKMAN, S.J.
(+ 7 de Diciembre del 2011)
P. Roberto:
De lo que más nos acordamos es de tu sonrisa y tu buen humor. Nunca te vimos enojado, siempre sonriente, trasparente, sencillo.
Me acuerdo mucho de que, cuando te revestías para la Misa, con ese toque de buen humor, sacabas la cabeza por el agujero de la casulla y nos decías "¡Hola!". Los acólitos te recuerdan así con cariño, mas aún cuando años después solo veian rostros serios y muy "ceremoniosos" en aquella sacristía donde antes encontraban amigos que los acogían con cariño.
Yo te recuerdo cuando llegaste aquel 11 de abril de 1992 a Desamparados, venías como Superior de la Comunidad. También tu recordabas como llegaste el 28 de Octubre de 1960 a Lima, cuando fuiste a alojarte al Colegio de la Inmaculada (que por ese entonces estaba en la Av. La Colmena en el Centro de Lima); al ver a tanta gente cerca al colegio pensaste que toda esa gente "había salido a las calles para recibirte"; no sabías que habían salido a encontrarse con el Señor de los Milagros que aquel día recorría aquellas calles. Bueno, mas bien creo que fue el Señor de los Milagros, el que salió a recibirte con los brazos abiertos, animándote a hacer una labor fecunda entre nosotros.
Y claro que fue fecunda: Superior y Rector en el Colegio de San José de Arequipa, y después durante muchos años Director del Centro de Espiritualidad Ignaciana, donde acompañaste espiritualmente a muchos religiosos y laicos, dándoles cursos y Ejercicios Espirituales. No sabes como recuerdo cuando, con motivo de Navidad, me decías "Hola, Dios con nosotros" (="Hola Manuel"); o me decías el 1 de Enero "No nos vemos desde el año pasado".
Te gastaste y desgastaste por el Reino de los Cielos. ¡Y vaya que te gastaste mucho! Yo te vi envejecer, vi como tu salud se deterioraba... En varias ocasiones tuvimos que auxiliarte durante las Misas, porque tu salud ya no respondía; muchas veces confiaste en mi para que te guiará en las Misas.
Recuerdo que en Julio del 2007 te fuiste de vacaciones a tu patria, Estados Unidos. "Voy por un mes y regreso". No fue así, ya tus superiores se dieron cuenta que no podías seguir trabajando como antes. Solo volviste en Noviembre para despedirte del Perú, y el 23 de Noviembre, celebraste tu última Misa entre nosotros. Aun recuerdo tu rostro sonriente en la última foto que te tomé junto con los Acólitos y tus Compañeros Jesuitas, y que por desgracia no conservo.
P. Roberto: fuiste un Santo. ¡Qué duda cabe de eso! Eras un hombre alegre y feliz.
Te pedimos, que ahora que "gozas de la vida con el Padre, para siempre", (palabras con las que terminabas tus homilías), nos contagies desde el cielo tu santidad, tu buen humor, tu sonrisa, tu optimismo ante la vida. Y sobretodo que nos contagies la alegría y la felicidad de tener a Jesucristo dentro de nuestros corazones.
¡Gracias P. Beckman!

martes, 13 de noviembre de 2012

GOCE BICAMPEON

Después del campeonato que obtuvimos en las Olimpiadas de Derecho de la PUC en 1991, nos sentíamos motivados a "repetir el plato" en los años siguientes, hasta igualar la hazaña de una promoción denominada "Nullum" (no puedo poner el nombre completo: comprendan, este blog también lo leen niños y acólitos), que campeonó en 1988, 1989 y 1990.
Con esa consigna nos preparamos para las Olimpiadas de 1992, para lo cual, semanas antes, proyectaron en al aula 105 de de la Facultad de Derecho lo que se denominó "Goce, la película", video en formato VHS que guardaba nuestra participación en los desfiles de Olimpiadas de 1990 y 1991 (de los cuales ya hablé en otras ocasiones).
Había que comenzar con buen pie nuestra participación. La idea era hacer la historia del "Teatro en el Derecho", con historias de obras teatrales a las cuales le sacábamos algún aspecto jurídico. Nuestros libretistas prepararon el guión, las chicas (Rosita Aguilar y su equipo de utilieras) los disfraces y el resto a actuar o hacer barra.
El día de la inauguración, Jueves 12 de Noviembre por la mañana, nos íbamos a reunir para ensayar nuestra actuación en la casa de la familia de Silvia Sánchez; sin embargo, debido a que los dueños de casa estaban de luto y debían asisitir a un funeral, no nos pareció oportuno, por una cuestión de respeto, reunirnos allí. Así que nos fuimos a ensayar al parque que estaba frente a la casa.
Hay que tener presente que, hacía cuatro meses que había sucedido el atentado de la calle Tarata en Miraflores, y dos meses que había sido capturado Abimael Guzmán, así que la población limeña estaba un poco "psicoseada" por estos acontecimientos, y sobretodo alerta ante cualquier manifestación terrorista. Fue así que, cuando los vecinos de aquel parque vieron a un grupo de casi 80 jóvenes reunidos frente a sus casas, ellos salieron un poco asustados a averiguar que hacíamos. Les dijimos que solo estábamos preparando nuestra actuación para la tarde de ese día y que no los íbamos a molestar. Ellos, una vez que se convencieron de nuestras intenciones, nos dejaron trabajar, no sin perdernos de vista. Nosotros ayudados apenas de una grabadora de mano, (como se le ve a mi amigo Paúl Duclós den la foto), nos dedicamos a ensayar, poniendo cada quien de su parte. Los vecinos se reían de lo que hacíamos y ¡hasta nos aplaudieron!
Por la tarde era la inauguración de las Olimpiadas de Derecho de la PUC. Como en otras ocasiones profesores y estudiantes alistábamos nuestro desfile, en el que disfrazados de lo que representaríamos en el scketch (no se porque esto me evoca al Carnaval de Río) nos dirigíamos desde la Facultad de Derecho hasta el campo deportivo, en medio de la algarabía los que estaban en la Universidad.
Como ya dije, el tema de nuestro scketch era "El teatro en el Derecho", que parodiaba historias como la de "Los "Hermanos Ayar", "Otelo" (basada en los conflictos amorosos de la familia real británica), "Anita la Huerfanita", "Fausto"; tuvimos buenas actuaciones como la de Paul Duclós (Príncipe Carlos), Micaela Mujica (Lady D), David Flores (Fausto), Salvador del Solar (Oswaldo Cattone), Enrique Felices (Mefistófeles), José Luis Godoy, Paolo Del Aguila (no pongo el apellido completo, por amor a la brevedad), Juan Peña e Iván Lanegra (The Beatles), Vanessa Misushima (Mama Mendez), Mirko Peraltilla (Ayar Neves)... Cuantos recuerdos. En aquel scketch salí disfrazado de "arbitro de fútbol" (por fin un papel distinto al de anteriores ocasiones).
Ese día ganamos el desfile inaugural. Después vinieron los deportes, en los cuales como un solo hombre nos uníamos para alentar a nuestros equipos. Por aquel entonces comenzaba a florecer mi afición por la fotografía (con cámara de rollo), registrando muchas imágenes de aquellos días. Muchas de las fotos las he regalado a los protagonistas, (en especial una de Jose Antonio Delmar en el "nudo de guerra" de la gimkana), y los negativos sabe Dios por donde andarán. 
Las Olimpiadas concluyeron el 28 de Noviembre, en el local ubicado en la esquina de la Av. Faucett con La Marina, denominado "Ferrer". En el scketch final (en el que no pude participar por cuanto tenía un compromiso que posiblemente no me permitiría llegar a tiempo), se hizo una parodia de la "Guerra de las Galaxias", con las actuaciones estelares de Salvador  Del Solar como Darth Vader y Paúl Duclós como Luke. Fue un trabajo muy bien hecho, con "lo ultimo de la tecnología" (videos incluidos). Pese a algunos problemas técnicos (alguien se resbalo y desenchufo el VHS), ganamos con aquel scketch, y con ello se coronó nuestro bicampeonato en las Olimpiadas de Derecho de la PUC. Como era de esperarse se tuvo la fiesta con mucha algarabía. Recuerdo que, a eso de la 1 a.m. se fue la luz, mientras bailábamos (sobretodo mi amigo Mirko Peraltilla) la canción "Hablándole a la pared" de The Sacados (escúchenla en http://www.youtube.com/watch?v=ki6B9Xf21S8), por lo cual tuve que irme a casa a dormir aunque muchos se quedaron a continuar con el jolgorio. La celebración por este triunfo la tuvimos en Diciembre y de ello escribiré cuando llegue la fecha.
Seguramente mis amigos de GOCE tendrán mas recuerdos que yo de estos "días maravillosos". Algunos se sorprenden de mi forma de recordar y escribir estos recuerdos por cuanto yo era bastante silencioso en la Universidad (casi no hablaba en clase). Pero al escribir estas líneas (casi contra la hora) los recuerdo a todos ellos con cariño y los encomiendo con una oración lleno de agradecimiento.
Tenías razón, Carlos Rubiños, cuando dijiste: "Manuel te emocionas mucho cuando hablas de tus amigos de la Universidad". La verdad, es que tengo mucho que agradecerles.

sábado, 27 de octubre de 2012

PADRE, PERDÓNALOS...

Las noticias del día Jueves 25 de Octubre, acerca del operativo en La Parada y de los actos vandálicos que sucedieron allí, nos han consternado a todos.
No voy a buscar culpables, ni a tratar de explicar las causas de la violencia, sea el nivel en el que se produzca.
Creo que todos queremos una ciudad mas ordenada, mas civilizada. También creo que, ante actos de violencia, todos queremos que los responsables sean sancionados con todo el rigor de la ley.
Sin embargo, como cristianos, discípulos de Jesucristo que ha venido a salvar a los pecadores, me pregunto ¿hemos rezado alguna vez por la conversión de aquellos que optan por el camino de la violencia? Yo sé que, quienes han sido victimas de los actos de violencia, en lo último que piensan es en perdonar, menos en dar un abrazo de reconciliación a aquellos que les han ocasionado pérdidas ya sea humanas o materiales. Pero, nosotros, los que, gracias a Dios, no hemos sido víctimas de aquellos actos vandálicos y tenemos la cabeza fria ¿lo hemos hecho?
Esos delincuentes a quienes condenamos, de quienes decimos que "no tienen perdón de Dios", ¡son nuestros hermanos! Muchos de ellos seguramente estarán bautizados, hicieron su Primera Comunión, quien sabe si habrán sido miembros activos de sus parroquias... ¿Qué pasó? Ellos también están llamados a la santidad, por ellos, ¡por esos pecadores! Jesucristo ha dado su vida... 
Con ello no quiero decir que haya que dejar en la impunidad la delincuencia, pero debemos tener ojos de hermanos y no de enemigos, incluso para corregir y sancionar el mal que hicieron.
Jesús en la Cruz pidió perdón para aquellos que le crucificaron: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen"
Hagamos nuestra esa oración de Jesús. ¡Aunque nos cueste!
Quizás así seremos mas humanos, y al fin de cuentas discípulos de Jesús e hijos de un mismo Padre que ama a todos sus hijos.

Han oído que se dijo: "Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo".
Pues yo les digo: Amen a sus enemigos y rueguen por los que les persigan, para que seáis hijos de su Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. Porque si aman a los que les aman, ¿qué recompensa van a tener? ¿No hacen eso mismo también los publicanos? Y si no saludan más que a sus hermanos, ¿qué hacen de particular? ¿No hacen eso mismo también los gentiles?
Ustedes, pues, sean perfectos como es perfecto su Padre celestial.

Mateo 5, 43-48

jueves, 25 de octubre de 2012

GAJES DEL OFICIO

Como ustedes saben soy Abogado, aunque, como muchas veces lo he dicho sin ningún pudor, soy un "Abogado sin vocación", ya que no siento, como muchos de mis colegas, la pasión por la carrera y el Derecho. Esto no significa que no me tome en serio mi trabajo profesional, sino simplemente que no siento que sea "lo mío".
Un Abogado tiene muchas experiencias, defender procesos judiciales no siempre es una experiencia apasionante, a veces las cosas no salen bien porque no hay mas remedio, o porque el cliente te oculta situaciones que de haberlas sabido otro sería el resultado. Algo de eso ya he hablado hace un tiempo atrás en mi artículo "Mi primera vez" y "Mas sobre mi primera vez".
Hoy les cuento una anécdota que me sucedió hace unos años atrás: 
Un señor "X", llamémosle Don Pepe, (la verdad ni me acuerdo su nombre y no hace falta recordarlo), después de muchas conversaciones acerca de sus problemas personales y legales con su esposa, me pidió que lo acompañe a una Audiencia por un proceso de alimentos que él le interponía a su esposa en favor de sus dos menores hijas (ya me imagino la cara que usted, mi amable lector, habrá puesto cuando leyó que era el papá quien pedía alimentos a la mamá). La demanda ya estaba interpuesta, la había redactado y presentado otro Abogado (a quien seguramente le habrá pagado sus respectivos honorarios), y me necesitaba para la Audiencia de Pruebas en el Juzgado de Paz de Breña.
Pues bien, llegamos a la Audiencia, ya se encontraba presenta la esposa demandada, acompañada de otra dama (que según me dijo Don Pepe, no era su Abogada sino su pariente).
La Señora Juez, al comenzar la audiencia, le pregunta a don Pepe: 
- "¿Qué es lo que usted le pide a su esposa?"
Y Don Pepe respondió:
- "NADA"
La Juez se quedó sorprendida, y le volvió a preguntar:
- "¿No le pide NADA a su esposa"
Don Pepe dijo:
- "No le pido NADA".
La Juez, sin contener su asombro me dijo:
- "Escuche lo que dice su cliente"
Luego le dijo a Don Pepe:
- "Y entonces, ¿Por qué está aquí?
Y Don Pepe respondió:
- "Es que mi Abogado me dijo que haga la demanda".
Como usted comprenderá, en ese momento se me caía la cara de vergüenza, ¡me estaban haciendo responsable de un proceso del cual yo recién me enteraba!. Así que, para "salvar mi pellejo", dije con claridad a la Juez:
- ¡Yo no he redactado la demanda! Recién asumí el caso hace unos días.
La Juez, al darse cuenta que Don Pepe no sabía que hacía, atinó a darles tanto a él como a su esposa, un sermón acerca de como deben de comportarse los padres de familia, dejando de lado sus problemas personales, y no usar a los hijos como pretexto para pelearse entre ambos. Fueron palabras muy acertadas, las mismas que agradecí.
Terminada la Audiencia, con mucha firmeza, pero también con calma (ya que estábamos dentro del local del Juzgado en la cuadra 15 del Jr. Varela), le dí una "lavada de cabeza" a don Pepe: en el fondo yo estaba furioso, porque me había hecho pasar vergüenza, haciéndome responsable de algo que no había provocado ni promovido.
Después de haberme "pagado los honorarios" (?), se despidió, y gracias a Dios, nunca mas lo volví a ver en mi oficina. A veces me lo cruzo por la calle, pero pocas veces me ha saludado. Y en lo que de mi depende, ya mudamos el Centro de Conciliación, asi que no me podrá encontrar.
¿En qué habrá acabado su historia? ¿Se habrán arreglado sus problemas personales y legales?
La verdad, no me quita el sueño.

martes, 4 de septiembre de 2012

"¿CORRECTO SEÑORES?"

Después del golpe de Alberto Fujimori del 5 de Abril de 1992, (al cual me referí en el "post" anterior), estudiar Derecho Constitucional se había convertido en algo cómico: oir que la Constitución  de 1979 señalaba que los actos realizados por un gobernante ilegítimo eran nulos, o que la única forma de modificarla era a través de los mecanismos que ella misma señalaba, resultaba realmente gracioso (no les exagero que en la Facultad de Derecho de la PUC nos reíamos al escuchar esto). Pese a todo le tomé interés a los cursos electivos de Derecho Constitucional, lo cual me dio la oportunidad de ser alumno del Dr. Alberto Bustamante Belaunde (un verdadero maestro), quien pese a tener una postura en ciertos temas invitaba a algunos ponentes que tenían opiniones distintas y hasta opuestas a la suya (entre ellos Enrique Chirinos Soto, realmente interesante), y ello nos invitaba a pensar y a sacar nuestras propias conclusiones e ideas.
Era el primer semestre de 1993 y me matriculé en otro curso electivo de Temas de Derecho Constitucional que dictaba la Dra. A.V.L. (no pongo el nombre considerando lo que voy a contar); el tema del curso era el Poder Ejecutivo (interesante dada la coyuntura política del Perú): la profesora hacía un análisis de la Constitución de 1979 en lo referente al tema, recurría al derecho comparado, (recuerdo que citaba Constituciones de países tan poco mencionados como Sierra Leona y no recuerdo que otro mas). Eso si estaba muy bien informada, y justo por aquellos días habían destituido a Carlos Andrés Pérez como Presidente de Venezuela, con lo cual los temas de curso "no eran tan etéreos" (como decía ella); es mas comentó que ella "profetizo" en la Maestría de Derecho Constitucional que "algo iba a pasar" en el orden político del Perú, por lo cual sus compañeros decían que tenía "boca de bruja".
Sin embargo, pese a estar bien preparada, desde la primera clase nos dimos cuenta que la Dra. AVL decía las cosas "de paporreta"; pero a la vez notamos que tenía dos muletillas que usaba con muchísima frecuencia, estas eran: "¿Correcto, señores?" y "Es importante que lo tengan en cuenta".
A diferencia de mis tiempos escolares (en los que intervenía en clase con mucha frecuencia y "hablaba hasta por los codos"), en la Universidad me convertí, mas bien, en un alumno silencioso, casi no intervenía ni preguntaba, prefería escuchar en silencio. Sin embargo, ello no era motivo para que no maquinara alguna travesurilla de cuando en cuando. Es así que, al darme cuenta de la forma como hablaba de la Dra. AVL, se me ocurrió coger un boleto de microbús y comenzar a contabilizar, mediante palitos de conteo, cuantas veces decía la profesora sus famosas muletillas. Fue entonces que en plena clase, muy discretamente, le pasé la voz a mi amigo Marco Benavente, y le mostré las cuentas. Marco, que estaba muy atento a la clase, apenas pudo contener la carcajada cuando vio que la profesora iba diciendo sus muletillas casi 70 veces solo en esa clase (ojo que cada clase duraba hora y media).
La travesura no terminó allí: en las clases siguientes  siguió la misma operación mientras tomaba apuntes del curso. En una oportunidad le llegue a contar que dijo ambas muletillas un aproximado de ¡140 veces! (no les exagero) .
Por supuesto que varios de mis compañeros del curso se enteraron de mi afición por esta forma de contabilidad, y no faltó quien publicó las estadísticas (un poco mas exageradas, claro está) en la pizarra del salón. Por supuesto que cuando la profesora entró, las vio, pero no dijo nada. La travesura siguió hasta que una de mis compañeras me advirtió "Manuel, ten cuidado de no rajar mucho, la chica que se sienta delante tuyo, es la hermana de la profesora". Con estas palabras, no me quedó mas remedio que volver a ser el "niño bueno" de siempre (al menos en lo que quedaba del semestre).
Debo confesarles que no sabía como terminar este artículo; hasta que leyéndoselo a mi mamá hace unos minutos, ella me contó que, en una ocasión se puso a sacar la cuenta de cuantas veces un expositor dijo la palabra "básicamente" en una conferencia, llegándole a contar ¡74 veces! 
Este tipo de travesuras ¿Me vendrán de familia, o por herencia?
Quien sabe...

lunes, 6 de agosto de 2012

UN EXAMEN PROFETICO

Para nadie es un secreto que me considero un "Abogado sin vocación", ya que no soy un apasionado del Derecho o de las leyes. Sin embargo, eso no fue obstáculo para tomarle interés a algunos cursos que estaban dentro de plan de estudios de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú (al menos así se llamaba en ese entonces).
Corría el segundo semestre de 1991 y me matriculé en el curso de Derecho Constitucional Peruano que dictaba el Dr. Francisco Eguiguren Praeli. Fue una experiencia interesante el concoer con mayor profundidad el sistema político constitucional que teníamos en el Perú con la Constitución de 1979; y se hacía mas interesante cuando, tanto en clases como en las lecturas que había que estudiar, se planteaban diversos problemas que generaban discusiones.
A la mitad y al final del semestre había que dar examen. Algunos profesores tomaban exámenes objetivos (con los cuales he tenido malas experiencias, pero de eso hablaré en otro momento); otros exámenes eran puro "cuadernazo" (todo estaba en los apuntes de clase); en otros había que recurrir a bibliografía adicional; y en otros lo aprendido se ponía a prueba a través de casos hipotéticos sobre lo cual se podía preguntar de todo.
Pues bien, el examen final de Derecho Constitucional Peruano fue el Miércoles 18 de Diciembre de 1991 en horas de la mañana; y consistió en el siguiente caso (que resumo mas o menos así):
"El Presidente de la República decide disolver el Congreso de la República, y varios Parlamentarios son encarcelados, todos los ministros apoyan la medida, solo uno renuncia pero no hace constar su oposición. Después todo vuelve a la normalidad".
Junto al caso se nos plantearon varias preguntas que había que responder considerando lo desarrollado en clase. No se porque, pero algo me hacía pensar que se trataba de Presidente de la República que estaba en ejercicio en ese entonces. Acabó el examen, se hicieron los comentarios y las correcciones con el profesor, Feliz Navidad, y aprobamos el curso.
Después de tres meses, había comenzado un nuevo semestre de estudios en la Universidad, y un Domingo por la noche, mientras veía un documental en televisión en compañía de mi mamá y mis hermanos, y mi papá estaba en su cuarto oyendo la radio; se interrumpió la programación, y el Presidente de la República, Alberto Fujimori, dio un mensaje a la Nación donde habia decidido "Disolver... Disolver el Congreso de la República, reorganizar el Poder Judicial, el Consejo Nacional de la Magistratura, el Tribunal de Garantías Constitucionales y el Ministerio Público" (en ese entonces yo era practicante en una Fiscalía Penal).
Ante aquellos anuncios hubieron reacciones para todos los gustos: muchos de mis condiscípulos y colegas se rasgaban las vestiduras; otros, dada la coyuntura política, aplaudieron las medidas; otros no sabían que pensar... Y yo, desconcertado, fui al cuarto de mi papá y mientras él festejaba la medida, le dije: "Papá ¡Este es el examen que me tomaron en Diciembre!" (después, supe que algunos de mis compañeros de curso dijeron lo mismo en sus casas). Recuerdo que esa misma noche sintonizamos "Radio Cadena" que termino la información sobre el Autogolpe con el Himno Nacional (al parecer estaba siendo amordazada).
Lo que sucedió en esos días reproducía aun mas el examen: el Congreso fue cerrado por las Fuerzas Armadas; Felipe Osterling, Presidente del Senado y Roberto Ramírez del Villar Presdiente de la Cámara de Diputados eran arrestados en sus domicilios; uno de los Ministros (no recuerdo quien) presentó su renuncia (pero sin salvar su responsabilidad política); los Parlamentarios se reunieron en el local del Colegio de Abogados de Lima y en la casa de la Diputada Lourdes Flores Nano para tomar juramento a quienes, de acuerdo a la Constitución de 1979, debían ocupar el sillón de Pizarro: los Vicepresidentes Carlos García y Máximo San Román (quienes nunca ejercieron como Presidentes de la República). Al final, efectivamente, se consumó el autogolpe (con gran apoyo popular), se dio una nueva Constitución, se eligió un nuevo Congreso y el resto ya es historia mas o menos conocida.
Ahora bien: ¿Cómo se le ocurrió al Dr. Eguiguren tomar ese caso en el examen? ¿Fue producto de su imaginación? ¿Acaso sabía lo que se pensaba hacer? Misterio sin resolver...
Bien dijo un profesor: A veces la realidad supera a la imaginación mas creativa.

lunes, 25 de junio de 2012

¿PARA QUE FUI?

El pasado Sábado 23 de Junio los Abogados de Lima fuimos al Colegio "Elvira García y García" a "cumplir con nuestro deber cívico" (?) de elegir a nuestro representante al Jurado Nacional de Elecciones.
Valgan verdades que fue un acto de cumplimiento, es decir "cumplo y miento". Mientras hacía la cola para ingresar, algunos colegas se quejaban de que esto es una pérdida de tiempo, que venían para ahorrase las "trescientas lucas de multa" que nos caerían si no votábamos, que a quien le interesa el representante ante el Jurado Nacional de Elecciones si todo sigue igual, que porque no implementan el voto electrónico... 
Gracias a Dios, la cola avanzaba rápido y, a medida que llegábamos a la puerta, nos iban regalando algunos souvenirs (esta vez fueron lapiceros, otras veces eran libros y hasta helados) para "motivarnos" a votar por tal o cual candidato. Ya en la puerta, nos encontrábamos con los candidatos quienes, muy bien vestidos y esbozando la mejor de sus sonrisas (la misma que no exhibirán cuando los encontremos por la calle) nos daban la mano, uno a uno a mientras ingresábamos al local de votación (estoy seguro que si alguien llevaba a su perrito también le daban la patita con tal de tener un voto mas); mientras, a través de un altoparlante mismo disco rayado (porque lo escuché desde que llegué hasta que me fui), sonaba la canción "Siete son las maravillas del mundo, siete son los pecados capitales..." en alusión a un candidato que llevaba el número "7", (mas bien debería haber sonado la canción "Hipocresía" que hace 35 años inmortalizaron los "Pasteles Verdes" (escúchela aquí http://www.youtube.com/watch?v=9RShTf-FBBk).
Por fin, llegué a la mesa de votación y emití mi voto. No tengo ningún pudor en decir que vicié mi voto. La verdad los comentarios que oi a mis colegas en la cola expresan los mismos sentimientos que me embargan cada vez que tengo que acudir a este tipo de elecciones: me parece ridículo que precisamente en las elecciones del Colegio de Abogados se puede observar todas las prácticas de la politiquería mas barata y huachafa, incluso candidatos que, violando toda norma piden sus votos dentro del local electoral y en la misma cola... Por favor, ¿no se supone que los Abogados somos los defensores de la legalidad, de la democracia? ¿No se supone que somos la gente mas "preparada" y "culta", a quienes no nos van a comprar con regalitos y que vamos a votar después de haber examinado las propuestas? Pues bien, en conciencia yo no puedo votar por ningún candidato que cree que va a ganar mis votos con canciones de moda o tunas españolas, sonrisas, regalitos y hasta un buen baile de marinera en la puerta. Prefiero votar viciado, como una expresión de protesta de alguien que no avala una politiquería tan barata de quien pretende representarme. ¿No será que el Colegio de Abogados no quiere implementar el Voto electrónico porque quieren seguir con este tipo de prácticas, subestimando a sus colegas?
No se quien habrá salido elegido, y valgan verdades no me quita el sueño. Si asisto a estos comicios es porque no me sobra la plata como para regalarla pagando multas, y porque albergo la esperanza de encontrarme con mis amigos de la universidad. 
Ojalá algún día los abogados podamos votar con mas madurez y desde la tranquilidad de nuestras computadoras. Ese día votaremos con mas conciencia.

martes, 29 de mayo de 2012

NOTAS SOBRE SEMANA SANTA 3: UNA SEMANA SANTA DIFERENTE

La salida de los Jesuitas de la Parroquia de Nuestra Señora de los Desamparados fue una experiencia dolorosa y difícil: no solo significaba la partida de nuestros amigos y trabajar ahora con desconocidos, sino que era una nueva forma de trabajar, en la cual mi presencia (al menos en el año 2008) ya no era necesaria.
San Pablo dice en su carta a los Romanos que "Dios dispone de todo para bien de los que le aman". Esa frase (que medité en los Ejercicios Espirituales en un momento muy díficil) encierra una gran verdad que la podemos ir corroborando en nuestra vida.
Como ya les hablé, visitaba la iglesia de Nuestra Señora de la Soledad con en varias ocasiones. Después del incendio, cada vez que me iba a confesar a la iglesia de San Pedro, pasaba por allí y rezaba en la puerta. Sabía que tenían una procesión muy solemne el Viernes Santo pero no podía ir porque, o bien tenía que atender la parroquia o ya era muy tarde para alcanzar la procesión (pese a que alguna vez tomé un taxi para llegar lo más rápido posible).
Visitando la antigua pagina web de la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad supe que tenían la Misa en Rito Tridentino (la Misa en latín, de la cual hablaré en otro momento) a las 10.00 a.m.; así que fui de curioso el 29 de Junio del 2010, (recuerdo que antes había cantado en la Misa de 7.30 a.m. en Desamparados y acompañé al acólito Alonso Arribasplata a su casa para hacer tiempo). En el periódico mural de la iglesia vi un tríptico que hablaba de los Hermanos Oblatos de Nuestra Señora de la Soledad. Les escribí, pero no tuve ninguna respuesta.
El 15 de Septiembre de ese mismo año pude entrar al templo y, pese a los estragos del incendio, sentía que allí se podia encontrar a Dios. Después, el día 19 tuvieron la Procesión de Nuestra Señora de la Soledad con motivo de la Fiesta de la Dolorosa. Asistí para verla salir del templo (recuerdo haber visto a los hermanos Rafael y Luis Ángel vestidos con sus hábitos), y le pedí a la Virgen que me lleve a la iglesia de San Pedro, porque sentía que en Desamparados ya había terminado mi misión. No sabía lo vendría después...
Hacia Febrero del 2011, navegando por internet, encontré que habían cambiado de página web (por eso no respondían a los correos que les mandé), escribí y tuve respuesta inmediata. Les mandé los enlaces de este blog y querían saludar a este servidor "que conocía tanto del templo" (vaya que les impresionó los recuerdos que albergaba en mi memoria casi fotográfica acerca del órgano que estaba bajo el púlpito y que siempre miraba con curiosidad, o del Cristo del Calvario del cual les he hablado antes). Comencé a tomar contacto con ellos y me acogieron. Pese a que tenía la intención no pude asistir a la Procesión del Viernes Santo, pero visité el templo el Sábado Santo. Después de tomar algunas fotos (con las que hice un video que está en http://www.youtube.com/watch?v=CSRICVKQUd8&feature=channel&list=UL), saludé al Hermano Mayor y le comenté que esa noche cantaría el Pregón Pascual en Breña. Al despedirnos me dijo: "Anda y celebra tu última Pascua en Desamparados". Esa noche canté el Pregón con "alma corazón y vida", sospechando que sería la última vez que lo cantaría en la parroquia que me había acogido desde niño.
Y como me anticiparon la Semana Santa en la Soledad se vive de manera intensa. Antes de la Cuaresma una Jornada Espiritual, la liturgia del Miércoles de Ceniza, el Vía Crucis los viernes, los ensayos de los cantos y demás preparativos… Era volver a lo que me gustaba hacer. Pero había que superar algunas tentaciones (precisamente una que he criticado mucho en otros): la de llegar a un lugar y querer cambiar las cosas copiando lo que había visto y hecho antes. El Hermano Mayor, con mucha paciencia, tuvo a bien ayudarme aclarándome que lo más prudente es aprender primero las costumbres de cada lugar y mas adelante ir puliendo lo que sea necesario.

Llegó la Semana Santa, precedida del Viernes de Dolores (en cuya noche filmamos con Francisco el video reportaje de la cripta de la iglesia que pueden ver en http://www.youtube.com/watch?v=Aa5_HwvIQeQ) y del Besamanos a la Virgen el Sábado de Pasión. En la pequeñez de la Capilla y pese a algunas dificultades y limitaciones tuvimos los oficios del Domingo de Ramos, de los días Lunes, Martes, Miércoles y Jueves Santo con mucho recogimiento y también con mucho trabajo. Era impresionante como la mañana del Jueves Santo mucha gente visitaba la puerta de la iglesia de la Soledad donde estaba expuesta la imagen del Cristo Yacente, titular de la Cofradía. Fue un gusto tener la Misa del Jueves Santo en la Soledad; dadas las circunstancias solo estábamos presentes los Hermanos de la Cofradía, los Colaboradores y los Oblatos. El Monumento lo armamos en la capilla del Santo Sepulcro, bajo el altar mayor. Esta vez ya no pude visitar las iglesias acompañado de los Acólitos como hacía otros años, (aunque algunos pasaron por allí y visitaron nuestro Monumento). Por la noche fue una gran experiencia reunirnos para preparar la liturgia del Viernes Santo y orar con otros hermanos, casi a la medianoche, ante el Monumento.
El Viernes Santo fue “El Día”. Llegue hacia el mediodía y había que preparar todo para la liturgia. El tiempo nos ganaba. Las ceremonias se tendrían en el templo que, desde el incendio en el 2005, iba a ser utilizado en casi su totalidad.
Tuvimos la Liturgia de la Pasión, en la que besamos al Cristo Yacente (que había sido colocado en una cruz para la posterior Ceremonia del Descendimiento, como se tenía en tiempos coloniales). Fue impresionante cuando los Hermanos que acolitábamos nos acercamos a besar el Crucifijo de tamaño natural, con los pies descalzos y oir al coro que mi papá dirigía cantando el “Popule meus” de Victoria, como lo hicieron años atrás en Desamparados.
Luego, después de casi 200 años, se tuvo la "Ceremonia del Descendimiento" (suprimida por causa de la Independencia). El canto gregoriano, en un templo antiguo, era el marco perfecto para ritualizar el Descendimiento de Jesús de la Cruz. Fue impresionante ayudar a esparcir las yerbas de romero sobre la imagen de Cristo, y perfumarlo con nardo e incienso de Jerusalén. Nunca había visto una ceremonia así, ni me lo había imaginado siquiera, (pese a que ayudé en la traducción del ceremonial en latín que se usa en la Basílica del Santo Sepulcro en Jerusalén), y luego el traslado de la imagen a su paso (anda) de donde saldríamos en procesión.
A las 5.30 p.m. salió el Cortejo Penitencial a recorrer el centro histórico de Lima y la Plaza Mayor. No era una procesión como las que vemos comúnmente, con cantoras y zahumadoras. Era un Cortejo Penitencial al mas puro estilo Sevillano: las “manolas” vestidas de luto riguroso, con mantilla y peineta alta, los nazarenos y penitentes vestidos con el hábito de la Cofradía y la cara cubierta con un antifaz, llevando una vela los primeros y una cruz los segundos. Nos acompañaron seis ex acólitos de Desamparados y otros niños mas que nos ayudaron con las ceremonias de este día y, con porte y elegancia llevaron la cruz alta, los ciriales, 4 incensarios y las navetas. Mis antiguos acólitos se quedaron impresionados de todo lo que vieron. Nunca habían vivido un Viernes Santo así. Ni yo tampoco. Que bello fue ver el paso del Cristo Yacente y a Nuestra Señora de la Soledad, en su paso bajo un palio sostenido por doce varas plateadas, tal como se hizo en tiempos coloniales (como los podemos ver en los cuadros de la Sala de cabildos de la Cofradía) y que, por querer eliminar las costumbres españolas, se dejaron de hacer en tiempos de la Independencia
Ya el Sábado Santo, mas reposado, había que poner en orden las cosas, preparar la Vigilia Pascual, y celebrar el Sábado Santo como tal (valga la aclaración que la Vigilia Pascual que se tiene esa noche NO ES celebración del Sábado Santo, sino del Domingo de Pascua). Fue un gusto cantar el Oficio de Vísperas del Sábado Santo con los Hermanos. ¡Por fin podía celebrarlo en comunidad, como tantas veces quise! Por la noche la Vigilia Pascual con los hermanos y algunos fieles: allí canté el Pregón Pascual, leímos las siete lecturas del Antiguo Testamento (con sus salmos) y las dos del Nuevo que propone el Leccionario (¡Y no fue aburrido!), una liturgia solemne en medio de nuestra pequeñez. Al final un pequeño brindis, unos huevos de pascua, una tertulia y una comida casi con sueño pasada la medianoche.

¿Cómo acabé? Cansado y contento. Cansado porque el trabajo de esos días es agotador. Contento porque podía trabajar por Cristo y su Iglesia como en mis mejores tiempos, vivirlo con recogimiento, compartir con otros hermanos que tenían las mismas inquietudes que yo; sentirme, de nuevo, parte de una comunidad que acoge con los brazos abiertos.
Al escribir estas líneas, acabado ya el Tiempo Pascual, quiero agradecer a Dios por esta experiencia. El dispuso de todo para mi bien. Agradecer a Nuestra Señora de la Soledad por acogerme como hijo. A los Hermanos Soleanos (en especial a Luis Angel y Francisco), que con su amistad me hacen parte de la familia. A Rafael, Hermano Mayor, por recibirme, confiarme algunos encargos y soportar mis impertinencias de niño inquieto. A Bruno, Guillermo, Pablo, Christian, Leonardo y Oskar, ex acólitos de Desamparados, que con su presencia y su cariño no solo dieron solemnidad a nuestra liturgia, sino que me hicieron sentir que valió la pena trabajar con ellos.
¡Gracias por tanto bien recibido! Y el próximo año será mejor...


Comparto con ustedes un video del Viernes Santo en la iglesia de la Soledad que pueden ver en http://www.youtube.com/watch?v=6p8daym2qf4&feature=youtu.be

martes, 22 de mayo de 2012

NOTAS SOBRE SEMANA SANTA - 2: RECUERDOS DE DESAMPARADOS

Desde que era un niño he participado en la Semana Santa en la Parroquia de Nuestra Señora de los Desamparados. Aún recuerdo el primer Domingo de Ramos que asistí, el 11 de Abril de 1976, cuando mi mamá nos llevó a la Misa de 7 p.m. y el templo estaba abarrotado de gente. Ya había ido a Misa en otras ocasiones, pero nunca había visto tanta gente. Recuerdo también que mi mamá nos llevaba a la procesión del Santo Cristo de la Agonía que salía de Desamparados: una imagen de talla, colonial, que representa a Cristo agonizante (ante la cual el P. Francisco del Castillo, S.J. comenzó la meditación de las "Siete Palabras" en el siglo XVII en la antigua iglesia de Desamparados) y que, por idea de la M. Virginia Luzquiños, M.P. y del P. Miguel Angel Benito, S.J. comenzó a recorrer las calles de Breña la noche del Viernes Santo desde 1975.
En 1983 asistí por primera vez a todos los oficios de Semana Santa en Desamparados: Domingo de Ramos, Cena del Señor el Jueves Santo, Liturgia de la Pasión el Viernes, y Vigilia Pascual la noche del Sábado (que duró dos horas y no me pareció pesada). Tengo en la memoria al P. Enrique Monteverde, S.J. presidiendo la liturgia (incluso recuerdo que ornamentos se puso), quienes lo acompañaron, que se cantó cada día; recuerdo a la Sra. Maruja Torres y a mi amiga Rossana Morales haciéndonos cantar en la procesión del Viernes Santo, y la Marcha "Ione" de Enrico Petrella, (grabada de un disco de la Semana Santa de Sevilla) que sonaba a través de los parlantes de una camioneta mientras avanzaban las imágenes del Santo Cristo de la Agonía y de la Virgen Dolorosa.
En 1985 comencé a participar en el coro y cantábamos los oficios. Cuando en 1988 comencé a participar del Comité de Liturgia de la Parroquia empecé a ayudar en la preparación de la Semana Santa de Desamparados y le hicimos los primeros ajustes: la Bendición de Ramos ya no se haría en el atrio del templo a las 8.00 a.m. (como se hacía desde la década de 1950), sino antes de la Misa de 12.00 (que era la principal) y con procesión alrededor de la manzana. En 1992 el P. Enrique Monteverde S.J. me encargó la coordinación de la Liturgia en Desamparados y desde aquel entonces el peso de la organización de las Celebraciones Pascuales cayó sobre mis hombros, claro con la ayuda de todos los miembros del Comité de Liturgia: había que estar detrás de quienes iban a leer, de que se iba a cantar, de ayudar en la sacristía, de ver lo de la propaganda, y de ensayar con los acólitos (la tarea a la que le dedicaba mas tiempo). Desde 1993 hasta el 2011 canté el Pregón Pascual en la Vigilia de Pascua... Cada quien tenía su tarea, pero había que distribuirla, supervisarla, aclarar dudas. Ayudamos mucho a los padres jesuitas que confiaban en nosotros y así ellos podían dedicarse con calma a las confesiones que por esos días eran abundantes (recuerdo con nostalgia a los PP. César Toledo y Antonio Alonso, jesuitas ya mayores, a quienes veía varias horas dedicados a confesar a los fieles).
¡Cómo olvidar aquellas celebraciones!: a los fieles que el Domingo de Ramos cantaban "Gloria alabanza y honor al que viene en el nombre del Señor"; el Jueves Santo tan solemne y emotivo; como olvidar a mi papá dirigiendo el Coro el Viernes Santo cantando el "Popule Meus" de Tomás Luis de Victoria, mientras la gente besaba la cruz; esas Procesiones del Viernes Santo, a la que asistía mucha gente; como olvidar la Vigilia Pascual en que, después de mas de dos horas de ceremonia, la comunidad cantaba de pie con palmas de júbilo, animados por Rossana Morales "¡RESUCITÓ, RESUCITÓ, RESUCITÓ NUESTRO SEÑOR! (al recordarlo se me viene a la mente las palabras del Salmo 46: "Pueblos todos, batid palmas, aclamd a Dios con gritos de júbilo...")
Después de haber trabajado mucho en esos días el colofón de la Semana Santa era la Misa del día de Pascua a las 12.00 m. al final de la cual los Padres Jesuitas agasajaban a los cantores, acólitos y demás personas que habían trabajado con ellos por celebrar la Pascua.
Cada año nos esforzábamos por mejorar las cosas, por afinar las celebraciones, por utilizar los cantos propios de cada día. Es verdad que no siempre salían las cosas bien: algo que nos olvidábamos, que no se ensayó debidamente, la indisciplina de algún acólito... Pero ante los errores y dificultades quienes fueron nuestros párrocos (Enrique Monteverde, Jorge Crooke y Enrique Rodríguez) nunca nos trataron mal, nunca descargaron su rabia o su disgusto contra nosotros. Al contrario sabían darnos ánimo para el futuro, disimular nuestros errores, y hasta (como lo hicieron Jorge Crooke y Enrique Rodríguez), ser parte de la "chacota" de los acólitos ("son muchachos", me decían cuando yo me enojaba por los errores y travesuras). Y es que con ellos aprendimos que la liturgia no es un espectáculo ni acto de culto para el celebrante (no es "SU" Viernes Santo o "SU" Vigilia Pascual), sino culto a Dios, y que Él mira el corazón que le ponemos (y por eso mismo, porque lo mas importante es que poner el corazón, es que tenemos que hacerlo todo bien y con cariño para Jesús).
¡Cuántos recuerdos! ¡Cuánta nostalgia!
El 2008 los Jesuitas dejaron Desamparados. Y con los nuevos Pastores de la comunidad, se produjeron algunos cambios: ya no sacaron la tradicional procesión del Cristo de la Agonía el Viernes Santo, la que más gente tenía, (el año 2008 se hizo un "Vía Crucis" escenificado por los jóvenes, que no causaba recogimiento y devoción); se dejaron de lado los cantos propios que año tras año fuimos incorporando (fue chocante que, en la procesión del Domingo de Ramos en lugar de cantar el "Hossanna al Hijo de David" o "Gloria alabanza y honor" se cante "De rodillas, Señor, de rodillas") al ser solo dos sacerdotes no se daban abasto para atender las confesiones de los fieles; la bendición de los ramos se hace en dos lugares distintos; ya no se  predican las "Siete Palabras", ya no se canta "Resucitó" en Pascua, se acabó el agasajo el Domingo de Pascua...
Quienes vivimos aquella época sentimos nostalgia del pasado. "Todo tiempo pasado fue mejor", se dice. En este caso, creo que si es verdad. No es que desmerezca lo que se hace ahora, sino que pienso, al igual que otros, que antes se hacía mejor. Los tiempos cambian y hay que adaptarnos a eso. Quizás con el tiempo vendrán otros que retomen el camino que hicimos.
Por ello estas líneas son un recuerdo y a la vez un agradecimiento a los Padres Jesuitas, a las Misioneras Parroquiales del Niño Jesús de Praga, y a tantos laicos que han forjado una tradición en Desamparados. El video que les presento recopila algunas fotos de la procesión del Viernes Santo (lamentablemente no tengo mas fotos ya que, por ser de noche, salían muy oscuras), mientras suena la Marcha "Ione" de Enrico Petrella, que año tras año acompañaba el recorrido por las calles de Breña y que traerá muchos recuerdos a quienes la escuchen.

lunes, 7 de mayo de 2012

NOTAS DE SEMANA SANTA: EL SANTÍSIMO CRISTO DEL CALVARIO

Este año he escrito muy poco en este blog: no es que no tenga nada que decir, sino que, como ya lo dije anteriormente, no he tenido el tiempo suficiente para plasmar todo lo que tenía en mi mente y en mi corazón.
En las próximas entradas voy a compartir con ustedes algunas notas acerca de la Semana Santa. Es verdad que el Triduo Pascual se celebró hace un mes, pero quisiera compartir algunas vivencias con ustedes, ahora que tengo "frescas" las vivencias y reflexiones de esos días.
Como ya lo he dicho otras veces, desde niño me ha llamado la atención el arte religioso: la música sacra, la pintura y la escultura, siempre han sido motivo de mi interés. Creo que por allí Jesús me ha "pasado la voz", me ha llamado la atención.
Desde pequeño siempre que he podido me he dado un recorrido por los templos coloniales de Lima, siendo uno de mis favoritos la iglesia de San Pedro de Lima, a donde suelo acudir con frecuencia desde 1985 para el sacramento de la reconciliación. También he recorrido otros, acompañado de mis papás, como Santo Domingo, La Merced y San Francisco. 
A la iglesia de Nuestra Señora de la Soledad, que está al lado de San Francisco, llegué por casualidad cuando fuimos, con mi madre y mis hermanos, a visitar las catacumbas de San Francisco, si la memoria no me falla, el Primer Domingo de Cuaresma de 1980 (llegamos en la Comunión mientras cantaban "Señor me has mirado a los ojos"). Después volví para una Misa de difuntos en 1983, y en otras ocasiones. En uno de los retablos estaba un "Calvario" compuesto por un Crucifijo, la Virgen y San Juan. La imagen de Cristo  (de madera tallada del siglo XVII) me impactó muchísimo: el rostro de Cristo reflejaba el dolor y la muerte del Crucificado, la herida del costado era mas impactante que las que normalmente se ve en los crucifijos. Desde entonces, siempre que podía visitaba la iglesia de la Soledad solo para ver ese Crucifijo, y cuando he visitado los Monumentos de Semana Santa les he mostrado la imagen a quienes me acompañaban quedándose tan impactados como yo.
Recién en 1993 le tomé una foto (la publiqué en http://www.manolotg.blogspot.com/2010/09/ecce-mater-tua.html) y después le tomé otra foto mas. La última vez que lo vi en ese retablo fue en la Semana Santa del 2005 (recuerdo que César Mosquera, entonces Acólito de Desamparados, se quedó impactado). Dos meses después se produjo el incendio que asoló la iglesia de la Soledad y no volví a ver la imagen, aunque supe por fotos que la imagen no se había destruido, pese a que su retablo estaba al costado de donde se habría originado el siniestro.
Cuando el año pasado comencé a tomar contacto con los Hermanos de Nuestra Señora de la Soledad, resurgieron todos mis recuerdos de aquella imagen. Por fin volvería a verla. Pero hubo de pasar varios meses para que así suceda, ya que se encontraba guardada y tapada en la Capilla del Santo Sepulcro, a la entrada de la Cripta que está bajo el Altar Mayor de la iglesia; y pese a que tenía la posibilidad de recorrer toda la iglesia y sus diversos ambientes, el miedo por la alergia (por el polvo acumulado) fue mas fuerte que mi curiosidad y mi devoción.
Recién en Febrero de este año se sacó la imagen a fin de pedir limosna para su restauración. La sacamos de la capilla del Santo Sepulcro y la llevamos a la iglesia. Pude verlo de cerca cara a cara, pero un detalle curioso: ya no veía en su rostro el dolor con el que la conocí, sino que reflejaba la paz de quien muere en los brazos del Padre. Algunos Hermanos Soleanos, cuando vieron la boca abierta de Cristo, lo compararon con el "Cristo de la Expiración" mas conocido como "El Cachorro" imagen sevillana de Cristo Crucificado, que también tiene la boca abierta .
En esa ocasión y en otra mas, aproveché de tomarle todas las fotos que pude, mientras revoloteaba en mi cabeza la idea de preparar un video para youtube. Y mientras tomaba las fotos resonaba en mi mente el Coro "Behold the Lamb of God" (Este es el Cordero de Dios) de "El Mesías" de George Friederic Handel, que escuché cuando veía la primera foto que tomé al Santo Cristo del Calvario en 1993.
Con este material fotográfico y de audio, pero sobretodo con todo el cariño y devoción que le tengo a esta imagen, he preparado este video que pueden apreciar en http://www.youtube.com/watch?v=Q_T9qij04XM&feature=channel&list=UL. Con este video espero ayudar en algo a conseguir alguna limosna para su próxima restauración.
Y también espero que, el día en que el Señor me recoja para irme a su lado en la eternidad, esa imagen de Cristo y de su Madre de la Soledad me acompañen, para recordar que descansamos en Él y que su Madre nos acompaña en nuestra salida de este mundo, para recibirnos en el cielo.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Y VAN CRECIENDO

Llevo mas de 20 años trabajando en la formación de Acólitos y he visto crecer a muchos: aun los recuerdo cuando los conocí pequeños, inquietos, traviesos, palomillas y juguetones, cada cual a su estilo. Muchos de esos niños de ayer ya son profesionales, padres de familia, incluso uno, Adolfo Dominguez, (a quien conocí de acólito cuando tenia 12 años y le enseñaba a manejar un incensario, me hablaba de la inquisición o me decía que me "cuide de la estocada"), esta haciendo estudios de Teología y pronto será sacedote en la Compañía de Jesús.
El tiempo pasa, y en la medida que los niños van creciendo no solo cambian físicamente, sino que también su forma de pensar se transforma; poco a poco dejan de depender de los adultos que alguna vez velamos por ellos (padres, formadores), sino que, después de ver el mundo que los rodea, se hacen independientes y tienen nuevas ideas y prioridades. En el caso de los Acólitos, cuando son niños, vienen con mucha ilusión para servir en el altar, se dan tiempo para todo (yo pienso que es la mejor edad para formarlos bien); pero cuando llegan a los 14 o 15 años, sus prioridades cambian, y adquieren nuevos compromisos y actividades, por ello es difícil encontrar un joven de mas de 15 años interesado en servir como acólito.
A muchos nos gustaría que el tiempo no pase, que se queden con la alegría de cuando son niños, que no creciesen. Y es que, cuando los niños crecen, los jóvenes y adultos de hoy nos hacemos cada vez mas viejos; y eso es más difícil de aceptar.
¿Qué de novedoso tiene lo que escribo? En realidad nada. Todo lo que he dicho lo han expuesto otros, con mas propiedad y conocimiento que yo. Lo que pasa es que el pasado 12 de Marzo me invitaron a tocar el órgano en la Misa de inicio del año del Colegio Parroquial "San Francisco Javier", y veía junto con los Acólitos mas pequeños (los "novicios", como los llamamos por analogía con los que comienzan la vida religiosa, a quienes entregamos túnicas el pasado 25 de Marzo) a los más grandes de cuarto y quinto de secundaria; incluso, vi en las bancas de los fieles, a quienes fueron acólitos alguna vez y hoy ya ni a Misa vienen (claro antes venían porque había cancha de fulbito o se iban a a comer pollo a la brasa o al chifa después de la Misa). Al verlos, ya mas grandes, pensaba como crecían, se hacian mas jóvenes, mas adultos, mas libres.
Nosotros, los que les llevamos unos años de ventaja (de "juventud acumulada" como decía con mucha gracia el H. Alfredo Tarancón, S.J.), testigos de ese proceso, tendremos muchas veces que acompañarlos y apoyarlos para ayudarles a crecer bien; y también tendremos que estar alertas para no caer en la la tentación de quererles imponer nuestro estilo de vida, nuestras ideas, incluso nuestra vocación (por muy santa que sea la intención).
La vida de cada ser humano es única, porque cada persona es única e irrepetible ante Dios.

jueves, 1 de marzo de 2012

REFLEXIONES EN CUARESMA

Después de varias semanas me siento a escribir en este blog. No es que no haya tenido nada que decir (he podido hablar de mis experiencias, actividades, opiniones, etc.), pero las diversas ocupaciones que he tenido no me han dejado tiempo para ordenar mis ideas y compartirlas con ustedes.
En el tiempo que llevo este blog siempre escribo un artículo con motivo de la Cuaresma, artículo que generalmente es una reflexión acerca de la liturgia de este tiempo. Sin embargo, es necesario que lo que escuchamos en la iglesia (textos bíblicos, oraciones, cantos, etc.) aterricen en la realidad que nos rodea. En ese sentido recuerdo mucho las homilías que he escuchado en la Parroquia de Nuestra Señora de los Desamparados a los jesuitas Carlos Cardó, Manuel Díaz Mateos y Pedro Barreto (hoy Arzobispo de Huancayo, cuyas homilías en la Misa de 8.00 p.m., en el segundo semestre de 1983 me cuestionaban muchísimo): ellos exponían la Palabra de Dios no de manera atemporal, abstracta, sino iluminando el presente y, sobretodo, sin salirse del marco litúrgico del día.
La Cuaresma nos invita a la conversión que, como ya se ha dicho muchas veces, no es solo un cambio de conducta, sino un "cambio de mentalidad", "cambio de corazón", "Metanoia", que se produce cuando uno se encuentra con Dios y vuelve a Él. En ese sentido hay muchas cosas que cambiar en la mentalidad y el corazón de nuestra sociedad. Es verdad que vivimos en un país católico, donde tenemos manifestaciones de fe realmente extraordinarias como la procesión del Señor de los Milagros en Lima o la del Corpus Christi en el Cuzco. Sin embargo esa fe que profesamos muchas veces esta lejos de nuestras relaciones sociales. 
La semana pasada veía en las noticias como una señora murió a consecuencia de una bala disparada por un menor de edad en una revuelta entre pandillas. Muchos se han preguntado "¿Dónde están los padres de esos jóvenes?", "¿Dónde están los padres de los jóvenes que se meten a las pandillas, de los que se drogan, de las niñas y adolescentes que están embarazadas?" Y estoy seguro que la respuesta es que están en cualquier sitio menos en su hogar, no porque tengan que trabajar para dar una vida mas digna a su familia (¡ojalá fuera por eso!), sino porque están con otros "hogares", otros "amores", otros "compromisos sociales que no se pueden dejar de lado (?)". Los padres de esos jóvenes muchas veces solo existen en las partidas de nacimiento, pero no en la vida de sus hijos: están como "muertos en vida", porque viven físicamente, pero nunca actuaron como padres porque no les dieron cariño, una palabra de aliento o una palabra fuerte que corrija, y por ello no viven en el corazón de sus hijos. No pocas veces son hijos de personas que, en nombre de una "sexualidad libre y sin tabúes", se convertían en padres cuando apenas dejaron de ser niños, y sin madurar lo suficiente los obligaron a casarse para mantener las apariencias. Son los hijos de aquellos que aprendieron, precisamente de sus padres, a ser violentos con sus seres queridos. Son los hijos de quienes disfrazan su egoísmo e inmadurez de ideologías y costumbres de países "mas adelantados (?)", egoísmo e irresponsabilidad disfrazados de libertad y "amor" para destruir un hogar y tratar de construir uno nuevo sobre las lágrimas de un cónyuge herido y de unos hijos que lloran a gritos desde el fondo de su alma por el padre o la madre que los abandonó o se divorció por irse con un "nuevo compromiso", con "otro señor" u "otra señora" a quienes ellos odian por ser los causantes de su sufrimiento. Se me viene a la mente el recuerdo de un niño que hace años lloró en mis brazos porque su padre (separado de su madre) quería asistir a su Primera Comunión acompañado de su nuevo "compromiso" y la mamá le había amenazado con echarlo de la iglesia si se aparecía asi; años después volví a encontrar a ese niño, ya convertido en un joven, pero en padre de familia a los 17 años. No hablo de ficción sino de realidad.
Y esto sucede en un país católico, de gente que reza, que cree en Dios, que acude al Señor de los Milagros, o que llenará los templos el próximo Domingo de Ramos, que alguna vez con mucha ilusión hicieron su Primera Comunión o su Confirmación y le daban, llenos de alegría el corazón a Cristo. ¿No será que aún no hemos sido evangelizados lo suficiente? ¿será que todo es apariencia, costumbre, emoción del momento, psicología multitudinaria? No digo que seamos "hipócritas" o "fariseos"; no soy quien para juzgar el corazón de mis hermanos, pues la fe de cada uno solo Dios la conoce. Pero esta realidad nos debe interpelar en esta Cuaresma, y no podemos ser indiferentes a ella.
Las palabras que oímos el Miércoles de Ceniza "Conviértete y cree en el Evangelio", son palabras dirigidas a cada uno de nosotros en forma personal, son una invitación a la reflexión y a la oración que nacen del encuentro con Cristo, de oir su Evangelio (Buena noticia), que nos hará volver a Dios, y nos llevará a un cambio de mentalidad  y de corazón. Pero también es una invitación a la Iglesia y a la sociedad, de la que nosotros formamos parte, porque de nuestra conversión personal depende la conversión del mundo que nos rodea, de las familias, de nuestros trabajos y estudios, de nuestras relaciones humanas y sociales. No se trata solo de cambiar "patrones de conducta", sino de que el Evangelio toque todas esas realidades, las transforme y las ponga al servicio del Reino de Jesucristo.
La imagen que he colocado al comienzo de este artículo (un afiche publicado en la puerta de la iglesia de San Lázaro en el Rímac) me parece elocuente: nosotros conocemos el camino para volver al Señor.  No está lejos de nosotros. Nunca es tarde para volver al Señor y comenzar de nuevo todo. Es "Tiempo de Gracia, Día de Salvación" (Cf. 2 Corintios 6). Es tiempo de que el Señor nos restaure con su misericordia y "haga las cosas nuevas" en nosotros y en nuestra sociedad.
Que en esta Cuaresma escuchemos la voz del Señor y no endurezcamos el corazón (Cf. Salmo 94). 

domingo, 1 de enero de 2012

FELIZ AÑO NUEVO


Acompañado de estos jóvenes Acólitos de la iglesia de San Pedro de Lima, les deseo a todos ustedes un Feliz Año 2012, que el Señor los colme de sus bendiciones a ustedes y a sus familias.