miércoles, 1 de noviembre de 2017

Y SE ACABO OCTUBRE

Bueno, Octubre se acabó ayer, pero para los limeños el "mes morado", dedicado al Señor de los Milagros ha terminado en la tarde de hoy con la "guardada" de su imagen en el Monasterio de las Nazarenas. En otros años he escrito un artículo al comienzo del mes, esta vez lo hago al final, después de haber estado en la Av. Tacna mientras la imagen del Cristo moreno llegaba a su Santuario.
Octubre es fiesta netamente limeña, la procesión está rodeada de la alegría de la música criolla, "el 28 se siente fiesta y jarana por las calles", me decía un hermano Cofrade de Nuestra Señora de la Soledad. En ese sentido, creo que hay que "sacarle el jugo" al "Día de la Canción Criolla" como conclusión de este mes tan tradicional y revalorizar nuestra música y nuestra comida, como ya se hace en varios lugares (aprovecho este momento para agradecer a mis amigos del Colegio "Hermano Anselmo María", con quienes compartí esta celebración: no pude estar con todos, pero me alimentaron demasiado bien). Creo que la mejor forma de combatir el "Halloween" no es satanizarlo (a un ateo o a un agnóstico le va a importar muy poco si es diabólico o no), sino revalorizando nuestra fiesta, mostrando que los peruanos tenemos mucho que celebrar y compartir con lo que nuestra cultura (y también nuestra fe) nos han dado, que es mil veces mejor que lo que se copia de otros lugares.
Hoy estuve en la guardada del Señor de los Milagros: Miles de personas pugnaban por estar lo mas cerca posible de la puerta del Monasterio de las Nazarenas para despedirse de la imagen hasta el próximo año, muchos de ellos con el corazón emocionado y con lágrimas en los ojos. No faltaron los celulares que filmaban y fotografiaban ese momento y estorbaban la mirada de otras personas; tampoco faltaron aquellos que se metían entre la gente, incluso de manera poco educada, ocasionando las protestas de los asistentes. Y pensaba que, seguramente, cuando Jesús predicaba no faltaría quien se haga paso entre la multitud a como de lugar y gente que se incomode por eso; quien se ponga a conversar con el que está al lado y haya necesidad de pedirle que se calle; quien se ponga de puntillas o ponga a su hijo o a su amigo en sus hombres y estorbe la vista a los demás. Creo que Jesús ya debe estar acostumbrado a nuestro exceso de entusiasmo, así como a nuestras imprudencias y fragilidades.
Y mientras nos despedíamos de la imagen del Señor de los Milagros, acompañados por el sonido de la banda, de las voces de las cantoras, de las aclamaciones de los fieles y del espectáculo de los fuegos artificiales, resonaba en mi corazón las últimas palabras del Evangelio de San Mateo "yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo". Aunque no veamos ese lienzo que pasea por nuestras calles desde 1687 Jesús se queda con nosotros en cada sagrario, en cada Misa, en cada templo, en cada hermano; camina bien cerquita de nosotros; Jesús se hace presente en cada gesto nuestro que da gloria a Dios.
Se acabó Octubre "mes morado en que se engalana Lima". Parece que este año se ha ido muy rápido. Ahora a continuar con la vida ordinaria, con las tareas que tenemos cada día. Que cuando llegue Octubre del 2018 tengamos algo nuevo que compartir con Jesús, el Señor de los  Milagros. Hoy, solo digamosle como muchos nazarenos: "Gracias, Viejo, hasta el próximo año, si Tú lo permites".
Y, permítanme añadir: Te mando un abrazo, con todo el corazón.

No hay comentarios: