martes, 22 de mayo de 2012

NOTAS SOBRE SEMANA SANTA - 2: RECUERDOS DE DESAMPARADOS

Desde que era un niño he participado en la Semana Santa en la Parroquia de Nuestra Señora de los Desamparados. Aún recuerdo el primer Domingo de Ramos que asistí, el 11 de Abril de 1976, cuando mi mamá nos llevó a la Misa de 7 p.m. y el templo estaba abarrotado de gente. Ya había ido a Misa en otras ocasiones, pero nunca había visto tanta gente. Recuerdo también que mi mamá nos llevaba a la procesión del Santo Cristo de la Agonía que salía de Desamparados: una imagen de talla, colonial, que representa a Cristo agonizante (ante la cual el P. Francisco del Castillo, S.J. comenzó la meditación de las "Siete Palabras" en el siglo XVII en la antigua iglesia de Desamparados) y que, por idea de la M. Virginia Luzquiños, M.P. y del P. Miguel Angel Benito, S.J. comenzó a recorrer las calles de Breña la noche del Viernes Santo desde 1975.
En 1983 asistí por primera vez a todos los oficios de Semana Santa en Desamparados: Domingo de Ramos, Cena del Señor el Jueves Santo, Liturgia de la Pasión el Viernes, y Vigilia Pascual la noche del Sábado (que duró dos horas y no me pareció pesada). Tengo en la memoria al P. Enrique Monteverde, S.J. presidiendo la liturgia (incluso recuerdo que ornamentos se puso), quienes lo acompañaron, que se cantó cada día; recuerdo a la Sra. Maruja Torres y a mi amiga Rossana Morales haciéndonos cantar en la procesión del Viernes Santo, y la Marcha "Ione" de Enrico Petrella, (grabada de un disco de la Semana Santa de Sevilla) que sonaba a través de los parlantes de una camioneta mientras avanzaban las imágenes del Santo Cristo de la Agonía y de la Virgen Dolorosa.
En 1985 comencé a participar en el coro y cantábamos los oficios. Cuando en 1988 comencé a participar del Comité de Liturgia de la Parroquia empecé a ayudar en la preparación de la Semana Santa de Desamparados y le hicimos los primeros ajustes: la Bendición de Ramos ya no se haría en el atrio del templo a las 8.00 a.m. (como se hacía desde la década de 1950), sino antes de la Misa de 12.00 (que era la principal) y con procesión alrededor de la manzana. En 1992 el P. Enrique Monteverde S.J. me encargó la coordinación de la Liturgia en Desamparados y desde aquel entonces el peso de la organización de las Celebraciones Pascuales cayó sobre mis hombros, claro con la ayuda de todos los miembros del Comité de Liturgia: había que estar detrás de quienes iban a leer, de que se iba a cantar, de ayudar en la sacristía, de ver lo de la propaganda, y de ensayar con los acólitos (la tarea a la que le dedicaba mas tiempo). Desde 1993 hasta el 2011 canté el Pregón Pascual en la Vigilia de Pascua... Cada quien tenía su tarea, pero había que distribuirla, supervisarla, aclarar dudas. Ayudamos mucho a los padres jesuitas que confiaban en nosotros y así ellos podían dedicarse con calma a las confesiones que por esos días eran abundantes (recuerdo con nostalgia a los PP. César Toledo y Antonio Alonso, jesuitas ya mayores, a quienes veía varias horas dedicados a confesar a los fieles).
¡Cómo olvidar aquellas celebraciones!: a los fieles que el Domingo de Ramos cantaban "Gloria alabanza y honor al que viene en el nombre del Señor"; el Jueves Santo tan solemne y emotivo; como olvidar a mi papá dirigiendo el Coro el Viernes Santo cantando el "Popule Meus" de Tomás Luis de Victoria, mientras la gente besaba la cruz; esas Procesiones del Viernes Santo, a la que asistía mucha gente; como olvidar la Vigilia Pascual en que, después de mas de dos horas de ceremonia, la comunidad cantaba de pie con palmas de júbilo, animados por Rossana Morales "¡RESUCITÓ, RESUCITÓ, RESUCITÓ NUESTRO SEÑOR! (al recordarlo se me viene a la mente las palabras del Salmo 46: "Pueblos todos, batid palmas, aclamd a Dios con gritos de júbilo...")
Después de haber trabajado mucho en esos días el colofón de la Semana Santa era la Misa del día de Pascua a las 12.00 m. al final de la cual los Padres Jesuitas agasajaban a los cantores, acólitos y demás personas que habían trabajado con ellos por celebrar la Pascua.
Cada año nos esforzábamos por mejorar las cosas, por afinar las celebraciones, por utilizar los cantos propios de cada día. Es verdad que no siempre salían las cosas bien: algo que nos olvidábamos, que no se ensayó debidamente, la indisciplina de algún acólito... Pero ante los errores y dificultades quienes fueron nuestros párrocos (Enrique Monteverde, Jorge Crooke y Enrique Rodríguez) nunca nos trataron mal, nunca descargaron su rabia o su disgusto contra nosotros. Al contrario sabían darnos ánimo para el futuro, disimular nuestros errores, y hasta (como lo hicieron Jorge Crooke y Enrique Rodríguez), ser parte de la "chacota" de los acólitos ("son muchachos", me decían cuando yo me enojaba por los errores y travesuras). Y es que con ellos aprendimos que la liturgia no es un espectáculo ni acto de culto para el celebrante (no es "SU" Viernes Santo o "SU" Vigilia Pascual), sino culto a Dios, y que Él mira el corazón que le ponemos (y por eso mismo, porque lo mas importante es que poner el corazón, es que tenemos que hacerlo todo bien y con cariño para Jesús).
¡Cuántos recuerdos! ¡Cuánta nostalgia!
El 2008 los Jesuitas dejaron Desamparados. Y con los nuevos Pastores de la comunidad, se produjeron algunos cambios: ya no sacaron la tradicional procesión del Cristo de la Agonía el Viernes Santo, la que más gente tenía, (el año 2008 se hizo un "Vía Crucis" escenificado por los jóvenes, que no causaba recogimiento y devoción); se dejaron de lado los cantos propios que año tras año fuimos incorporando (fue chocante que, en la procesión del Domingo de Ramos en lugar de cantar el "Hossanna al Hijo de David" o "Gloria alabanza y honor" se cante "De rodillas, Señor, de rodillas") al ser solo dos sacerdotes no se daban abasto para atender las confesiones de los fieles; la bendición de los ramos se hace en dos lugares distintos; ya no se  predican las "Siete Palabras", ya no se canta "Resucitó" en Pascua, se acabó el agasajo el Domingo de Pascua...
Quienes vivimos aquella época sentimos nostalgia del pasado. "Todo tiempo pasado fue mejor", se dice. En este caso, creo que si es verdad. No es que desmerezca lo que se hace ahora, sino que pienso, al igual que otros, que antes se hacía mejor. Los tiempos cambian y hay que adaptarnos a eso. Quizás con el tiempo vendrán otros que retomen el camino que hicimos.
Por ello estas líneas son un recuerdo y a la vez un agradecimiento a los Padres Jesuitas, a las Misioneras Parroquiales del Niño Jesús de Praga, y a tantos laicos que han forjado una tradición en Desamparados. El video que les presento recopila algunas fotos de la procesión del Viernes Santo (lamentablemente no tengo mas fotos ya que, por ser de noche, salían muy oscuras), mientras suena la Marcha "Ione" de Enrico Petrella, que año tras año acompañaba el recorrido por las calles de Breña y que traerá muchos recuerdos a quienes la escuchen.

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