
En 1985 comencé a participar en el coro y cantábamos los oficios. Cuando en 1988 comencé a participar del Comité de Liturgia de la Parroquia empecé a ayudar en la preparación de la Semana Santa de Desamparados y le hicimos los primeros ajustes: la Bendición de Ramos ya no se haría en el atrio del templo a las 8.00 a.m. (como se hacía desde la década de 1950), sino antes de la Misa de 12.00 (que era la principal) y con procesión alrededor de la manzana. En 1992 el P. Enrique Monteverde S.J. me encargó la coordinación de la Liturgia en Desamparados y desde aquel entonces el peso de la organización de las Celebraciones Pascuales cayó sobre mis hombros, claro con la ayuda de todos los miembros del Comité de Liturgia: había que estar detrás de quienes iban a leer, de que se iba a cantar, de ayudar en la sacristía, de ver lo de la propaganda, y de ensayar con los acólitos (la tarea a la que le dedicaba mas tiempo). Desde 1993 hasta el 2011 canté el Pregón Pascual en la Vigilia de Pascua... Cada quien tenía su tarea, pero había que distribuirla, supervisarla, aclarar dudas. Ayudamos mucho a los padres jesuitas que confiaban en nosotros y así ellos podían dedicarse con calma a las confesiones que por esos días eran abundantes (recuerdo con nostalgia a los PP. César Toledo y Antonio Alonso, jesuitas ya mayores, a quienes veía varias horas dedicados a confesar a los fieles).


Cada año nos esforzábamos por mejorar las cosas, por afinar las celebraciones, por utilizar los cantos propios de cada día. Es verdad que no siempre salían las cosas bien: algo que nos olvidábamos, que no se ensayó debidamente, la indisciplina de algún acólito... Pero ante los errores y dificultades quienes fueron nuestros párrocos (Enrique Monteverde, Jorge Crooke y Enrique Rodríguez) nunca nos trataron mal, nunca descargaron su rabia o su disgusto contra nosotros. Al contrario sabían darnos ánimo para el futuro, disimular nuestros errores, y hasta (como lo hicieron Jorge Crooke y Enrique Rodríguez), ser parte de la "chacota" de los acólitos ("son muchachos", me decían cuando yo me enojaba por los errores y travesuras). Y es que con ellos aprendimos que la liturgia no es un espectáculo ni acto de culto para el celebrante (no es "SU" Viernes Santo o "SU" Vigilia Pascual), sino culto a Dios, y que Él mira el corazón que le ponemos (y por eso mismo, porque lo mas importante es que poner el corazón, es que tenemos que hacerlo todo bien y con cariño para Jesús).

El 2008 los Jesuitas dejaron Desamparados. Y con los nuevos Pastores de la comunidad, se produjeron algunos cambios: ya no sacaron la tradicional procesión del Cristo de la Agonía el Viernes Santo, la que más gente tenía, (el año 2008 se hizo un "Vía Crucis" escenificado por los jóvenes, que no causaba recogimiento y devoción); se dejaron de lado los cantos propios que año tras año fuimos incorporando (fue chocante que, en la procesión del Domingo de Ramos en lugar de cantar el "Hossanna al Hijo de David" o "Gloria alabanza y honor" se cante "De rodillas, Señor, de rodillas") al ser solo dos sacerdotes no se daban abasto para atender las confesiones de los fieles; la bendición de los ramos se hace en dos lugares distintos; ya no se predican las "Siete Palabras", ya no se canta "Resucitó" en Pascua, se acabó el agasajo el Domingo de Pascua...
Quienes vivimos aquella época sentimos nostalgia del pasado. "Todo tiempo pasado fue mejor", se dice. En este caso, creo que si es verdad. No es que desmerezca lo que se hace ahora, sino que pienso, al igual que otros, que antes se hacía mejor. Los tiempos cambian y hay que adaptarnos a eso. Quizás con el tiempo vendrán otros que retomen el camino que hicimos.
Por ello estas líneas son un recuerdo y a la vez un agradecimiento a los Padres Jesuitas, a las Misioneras Parroquiales del Niño Jesús de Praga, y a tantos laicos que han forjado una tradición en Desamparados. El video que les presento recopila algunas fotos de la procesión del Viernes Santo (lamentablemente no tengo mas fotos ya que, por ser de noche, salían muy oscuras), mientras suena la Marcha "Ione" de Enrico Petrella, que año tras año acompañaba el recorrido por las calles de Breña y que traerá muchos recuerdos a quienes la escuchen.
Por ello estas líneas son un recuerdo y a la vez un agradecimiento a los Padres Jesuitas, a las Misioneras Parroquiales del Niño Jesús de Praga, y a tantos laicos que han forjado una tradición en Desamparados. El video que les presento recopila algunas fotos de la procesión del Viernes Santo (lamentablemente no tengo mas fotos ya que, por ser de noche, salían muy oscuras), mientras suena la Marcha "Ione" de Enrico Petrella, que año tras año acompañaba el recorrido por las calles de Breña y que traerá muchos recuerdos a quienes la escuchen.
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