lunes, 6 de agosto de 2012

UN EXAMEN PROFETICO

Para nadie es un secreto que me considero un "Abogado sin vocación", ya que no soy un apasionado del Derecho o de las leyes. Sin embargo, eso no fue obstáculo para tomarle interés a algunos cursos que estaban dentro de plan de estudios de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú (al menos así se llamaba en ese entonces).
Corría el segundo semestre de 1991 y me matriculé en el curso de Derecho Constitucional Peruano que dictaba el Dr. Francisco Eguiguren Praeli. Fue una experiencia interesante el concoer con mayor profundidad el sistema político constitucional que teníamos en el Perú con la Constitución de 1979; y se hacía mas interesante cuando, tanto en clases como en las lecturas que había que estudiar, se planteaban diversos problemas que generaban discusiones.
A la mitad y al final del semestre había que dar examen. Algunos profesores tomaban exámenes objetivos (con los cuales he tenido malas experiencias, pero de eso hablaré en otro momento); otros exámenes eran puro "cuadernazo" (todo estaba en los apuntes de clase); en otros había que recurrir a bibliografía adicional; y en otros lo aprendido se ponía a prueba a través de casos hipotéticos sobre lo cual se podía preguntar de todo.
Pues bien, el examen final de Derecho Constitucional Peruano fue el Miércoles 18 de Diciembre de 1991 en horas de la mañana; y consistió en el siguiente caso (que resumo mas o menos así):
"El Presidente de la República decide disolver el Congreso de la República, y varios Parlamentarios son encarcelados, todos los ministros apoyan la medida, solo uno renuncia pero no hace constar su oposición. Después todo vuelve a la normalidad".
Junto al caso se nos plantearon varias preguntas que había que responder considerando lo desarrollado en clase. No se porque, pero algo me hacía pensar que se trataba de Presidente de la República que estaba en ejercicio en ese entonces. Acabó el examen, se hicieron los comentarios y las correcciones con el profesor, Feliz Navidad, y aprobamos el curso.
Después de tres meses, había comenzado un nuevo semestre de estudios en la Universidad, y un Domingo por la noche, mientras veía un documental en televisión en compañía de mi mamá y mis hermanos, y mi papá estaba en su cuarto oyendo la radio; se interrumpió la programación, y el Presidente de la República, Alberto Fujimori, dio un mensaje a la Nación donde habia decidido "Disolver... Disolver el Congreso de la República, reorganizar el Poder Judicial, el Consejo Nacional de la Magistratura, el Tribunal de Garantías Constitucionales y el Ministerio Público" (en ese entonces yo era practicante en una Fiscalía Penal).
Ante aquellos anuncios hubieron reacciones para todos los gustos: muchos de mis condiscípulos y colegas se rasgaban las vestiduras; otros, dada la coyuntura política, aplaudieron las medidas; otros no sabían que pensar... Y yo, desconcertado, fui al cuarto de mi papá y mientras él festejaba la medida, le dije: "Papá ¡Este es el examen que me tomaron en Diciembre!" (después, supe que algunos de mis compañeros de curso dijeron lo mismo en sus casas). Recuerdo que esa misma noche sintonizamos "Radio Cadena" que termino la información sobre el Autogolpe con el Himno Nacional (al parecer estaba siendo amordazada).
Lo que sucedió en esos días reproducía aun mas el examen: el Congreso fue cerrado por las Fuerzas Armadas; Felipe Osterling, Presidente del Senado y Roberto Ramírez del Villar Presdiente de la Cámara de Diputados eran arrestados en sus domicilios; uno de los Ministros (no recuerdo quien) presentó su renuncia (pero sin salvar su responsabilidad política); los Parlamentarios se reunieron en el local del Colegio de Abogados de Lima y en la casa de la Diputada Lourdes Flores Nano para tomar juramento a quienes, de acuerdo a la Constitución de 1979, debían ocupar el sillón de Pizarro: los Vicepresidentes Carlos García y Máximo San Román (quienes nunca ejercieron como Presidentes de la República). Al final, efectivamente, se consumó el autogolpe (con gran apoyo popular), se dio una nueva Constitución, se eligió un nuevo Congreso y el resto ya es historia mas o menos conocida.
Ahora bien: ¿Cómo se le ocurrió al Dr. Eguiguren tomar ese caso en el examen? ¿Fue producto de su imaginación? ¿Acaso sabía lo que se pensaba hacer? Misterio sin resolver...
Bien dijo un profesor: A veces la realidad supera a la imaginación mas creativa.

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