Corría el año de 1603, cuando el 13 de Abril un grupo de españoles venidos de Sevilla fundan en la iglesia de San Francisco de esta Ciudad de los Reyes (Lima), la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad, cuya misión era solemnizar la celebración del Viernes Santo en esta ciudad, de la misma manera que se hacía en los reinos de España. Por aquel entonces Santo Toribio de Mogrovejo era Arzobispo de Lima; a pocas cuadras, en el Convento de Santo Domingo, vivía el Hermano Martín de Porres; un poco mas allá, una Terciaria Dominica, Isabel Flores de Oliva, Santa Rosa de Lima, se santificaba en su casa; y San Francisco Solano recorría el Virreynato del Perú evangelizando a los pueblos.
La Cofradía de la Soledad, en su afán de dar mayor realce a la celebración del Viernes Santo, contrató en 1619 al escultor catalán Pedro de Noguera (el mismo que fabricó la sillería del Coro de la Catedral de Lima), para que le hiciera una imagen de Cristo, articulado en cabeza y brazos, de modo que pudiera colocarse en una cruz el Viernes Santo, reclinar su cabeza al momento de expirar, y luego ser descendido para ser trasladado en un catafalco en procesión por las calles de la ciudad. Así pues, a partir de 1620, comienza a realizarse en la Plazuela de San Francisco el "Oficio del Descendimiento", que consistía en representar la muerte de Jesús y su descendimiento de la Cruz, luego se tenía una procesión, junto con otras imágenes de la Pasión de la iglesia de la Soledad, entre ellas la de Nuestra Señora de la Soledad, y concluía con la "sepultura" de Cristo bajo el altar mayor de la iglesia de la Soledad. Como dato adicional mencionamos que el Domingo de Resurrección, salía del mismo lugar una imagen de Cristo Resucitado que se encuentra, por ahora, en la Catedral de Lima. Dos cuadros del siglo XVII que se encuentran en la Sala de Cabildos de la iglesia de la Soledad (que actualmente funciona como capilla provisional) nos muestran el esplendor de esta procesión en la que participaban mas de mil penitentes.
Estamos en una época en la que los oficios litúrgicos se tenían en latín y muchos pobladores eran analfabetos, por lo que las representaciones de la Pasión de Cristo (música, pintura y escultura) eran un medio de acercarse al Misterio Pascual "cómo si presente estuviese". Y en ese contexto del barroco limeño (siglo XVII), el P. Francisco del Castillo, S.J. iniciará años mas tarde en la iglesia de Nuestra Señora de los Desamparados, la "Meditación de las Siete Palabras de Cristo" (que después el P. Alonso Messía, S.J. convertirá en el tradicional "Sermón de las Tres Horas"), cuya única finalidad es reflexionar sobre las Palabras que Jesús dijo mientras agonizaba en la cruz.
La Independencia del Perú hizo que decaigan todas las devociones de origen español, y por ello dejó de realizarse la procesión penitencial del Viernes Santo; decayendo la devoción del pueblo limeño al "Cristo del Descendimiento", quedando en el olvido. Asimismo, el paso del tiempo, hizo que algunas personas, con muy buena intención, pero con poco criterio, retocaran esta imagen en diversas épocas y, en consecuencia, perdió su belleza original.
El Sábado Santo de 1990, gracias a la iniciativa de Mons. Augusto Vargas Alzamora, S.J. Arzobispo de Lima y de Mons. Alberto Brazzini Díaz Ufano, salieron en procesión las imágenes de Nuestra Señora de la Soledad y de San Juan Apóstol; y en el 2004 vuelve a salir la imagen del Cristo Yacente. Mas adelante, en el 2006, meses después que un incendio dañara parte de la iglesia de la Soledad, la Procesión de Penitencia de Nuestra Señora de la Soledad y del Cristo Yacente (al que se llamó el "Cristo del Santo Entierro") recupera como día propio el Viernes Santo, y junto con ello se comenzó a realizar el cortejo procesional, al mismo estilo de Sevilla, tal como se aprecia en los cuadros mencionados mas arriba.
En el año 2012, los Hermanos de Nuestra Señora de la Soledad (institución a la cual pertenezco como Hermano Oblato), restauramos la "Ceremonia del Descendimiento" después de casi 200 años, que se realiza a continuación de la Liturgia de la Pasión del Viernes Santo. Gracias a la ayuda de los Franciscanos del Convento de los Descalzos de Lima, conseguimos el Ritual que se emplea en la Basílica del Santo Sepulcro en Tierra Santa y, luego de traducirlo, lo utilizamos a partir de ese año en la iglesia de la Soledad. Es cierto que en diversas partes del Perú (por ejemplo en Lurín) se realiza esta ceremonia desde tiempos coloniales, en la cual los "santos varones" van desclavando la imagen de Jesús y la preparan para ser llevado en una procesión, en medio de cánticos y moniciones; sin embargo, el rito de la Basílica del Santo Sepulcro (que, al parecer, fue utilizado en la iglesia de la Soledad en los tiempos coloniales) es mucho más sobrio y más solemne, y en el cual el canto gregoriano acompaña discretamente el descendimiento, la incensación y la unción de Jesús para luego tener la procesión.
Pero a la restauración de la procesión del Viernes Santo y del Oficio del Descendimiento, faltaban dos restauraciones mas: la de la imagen en si, y la del nombre de la misma, ambas retocadas por el tiempo. El año pasado, los Hermanos de la Soledad le encargaron al taller del Museo "Pedro de Osma" dirigido por el maestro Álvaro Sandoval, la restauración de la imagen de Cristo; y, junto con ello, se encontró el contrato que la Cofradía de la Soledad hizo con Pedro de Noguera en 1619, que nos permitió restaurar el nombre de la imagen: "Cristo del Descendimiento", porque fue hecho para la Ceremonia del Descendimiento del Viernes Santo.
El pasado Viernes Santo, aun sin terminar su restauración, la imagen del Cristo del Descendimiento estuvo en las celebraciones de la iglesia de la Soledad. A muchos les impresionó, y quienes lo vieron en el catafalco, tenían la impresión de ver el cuerpo de un difunto envuelto en una sábana, lo cual causaba respeto y devoción.
Hoy, habiéndose concluido el proceso de restauración (que es volver la imagen a su estado original), el Museo "Pedro de Osma" de Barranco, inicia la exposición "Cristo del Descendimiento, tesoro del barroco limeño, obra del maestro escultor Pedro de Noguera" donde, además de exponerse la imagen de Cristo, se mostrará como fue restaurada la imagen y un video de la Ceremonia del Descendimiento y de la Procesión del Viernes Santo. Será una oportunidad para apreciar esta obra de arte, y con ella la expresión de fe de la iglesia de Lima que desde tiempos coloniales ha honrado a Cristo y a María en el Misterio Pascual. Los invito a visitar esta muestra en el Museo ubicado en la Av. Pedro de Osma 423, Barranco, y a animarse a colaborar con los Hermanos de Nuestra Señora de la Soledad en restauración de la iglesia (que se está avanzando en ello) y en las imágenes.
El video lo pueden ver haciendo click aqui.
Y, a propósito de restauración de imágenes, sueño con que pronto pueda devolverse el esplendor y belleza a la imagen del "Santo Cristo de la Columna y Lágrimas", imagen de madera del siglo XVII, y cuyo costo de restauración asciende a la suma de US$ 3,000.00 (Tres mil dólares americanos) monto que, posiblemente tenga con mucha facilidad algún devoto lector de este blog. Si usted es ese lector, o quiere ayudar en algo, visítenos en la iglesia de Nuestra Señora de la Soledad (esquina Jr. Ancash con Jr. Lampa, costado de las Catacumbas de San Francisco de Lima).
Y, a propósito de restauración de imágenes, sueño con que pronto pueda devolverse el esplendor y belleza a la imagen del "Santo Cristo de la Columna y Lágrimas", imagen de madera del siglo XVII, y cuyo costo de restauración asciende a la suma de US$ 3,000.00 (Tres mil dólares americanos) monto que, posiblemente tenga con mucha facilidad algún devoto lector de este blog. Si usted es ese lector, o quiere ayudar en algo, visítenos en la iglesia de Nuestra Señora de la Soledad (esquina Jr. Ancash con Jr. Lampa, costado de las Catacumbas de San Francisco de Lima).
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