viernes, 9 de septiembre de 2011

IN MEMORIAM: P. "PITIN" FERNANDEZ-DAVILA, S.J.


Querido Pitín:
Un día que fui a la iglesia de San Pedro encontré publicada en el panel de la entrada una nota que hablaba de un jesuita de Arequipa, Asesor del MEJ (Movimiento Eucarístico Juvenil, rama de niños y jóvenes del Apostolado de la Oración). Allí nos contaban como un niño te pidió un "veneno" y tú le diste un chocolate. Tiempo después, el el Despacho del P. Guillermo Villalobos, S.J., en ése entonces Párroco de San Pedro, encontré una estampa de Jesús riendo a carcajadas. A la espalda vi que era un recuerdo de tus Bodas de Oro en la Compañía de Jesús, que habías celebrado en Estados Unidos.
En el año 2000 dejaste Arequipa y te enviaron a Lima a vivir entre los Juniores Jesuitas. Tenías 81 años y caminabas con bastón. El P. Enrique Monteverde, S.J., Párroco de Nuestra Señora de los Desamparados te pidió, casi con duda al verte tan mayor, que vengas a ayudarme con la formación de los Acólitos; y tú, que al dejar Arequipa pensaste que nunca más trabajarías con niños y adolescentes, aceptaste lleno de alegría.
Durante las mas de 3 años que estuviste con tus "cangrejos" de Desamparados nos llenaste de alegría, nos hablaste de Jesús, nos enseñaste que el Evangelio es una realidad que puede vivir una persona como nosotros en la sencillez de la vida. Enriqueciste a los Acólitos de Desamparados con la espiritualidad del MEJ a quienes enseñaste las cuatro consignas: ora, comulga, sacrifícate, se apóstol; nos enseñaste a ofrecer nuestras vidas y nuestros actos por el Corazón de María al Sagrado Corazón de Jesús pidiendo por las intenciones del Papa. Cuando confesabas a tus cangrejos y ellos te decían que se habían portado mal con su mamá, la penitencia que les mandabas era "dale un beso a tu mamá", porque de lo que se trata en la penitencia es de reparar el daño que hicimos por el pecado.

¡Cuántos "venenos" nos regalaste! Algunos como premios por las respuestas a tus preguntas, y otros por tu simple generosidad. Recuerdo cuando nos llevaste de paseo a Cieneguilla donde un exalumno tuyo, agradecido por tus enseñanzas, nos atendió a "cuerpo de rey", allí dejaste tu bastón a un costado y jugaste en la piscina con nosotros. Meses después nos visitaste en un campamento que hicimos en Ricardo Palma. Fuiste el abuelito bonachón que todos deseaban tener.
Después que te fuiste de Breña fuimos a verte a la enfermería de Fátima, alguna vez nos pusimos a hacer travesuras con tu computadora o en los jardines de la enfermería, otras a que nos perdones los pecados, otras simplemente a reír contigo.
Quizás tus compañeros jesuitas no sepan mucho lo que hiciste entre nosotros y por eso casi ni lo mencionan. Pero tú sembraste la semilla del Evangelio en el corazón de tus "cangrejos", y esa semilla sea de día o sea de noche va echando raíces y poco a poco aparece la raíz, el tallo y un día desde el cielo verás los frutos.
Tarde nos enteramos de tu partida a la Casa del Padre, por eso muchos de tus cangrejos no pudieron despedirte. Desde aquí te transmito el recuerdo y el cariño de Luis Alfonso, Kevin, Renzo, Adrián, Beto, Giovany, Andy, Carlos, Kirill, José, Renato, Emilio, Daniel y Fidel, Max y su familia, Martín y su familia y tantos que llevamos tus enseñanzas y tu testimonio de vida en el corazón.
Yo no te recuerdo con lágrimas, sino riéndote a carcajadas. Seguro que, cuando llegaste al cielo, te salieron a recibir aquellos chicos del MEJ a quienes consagraste al Corazón de Jesús "in artículo mortis". Y seguramente por allí se habrá aparecido la Sra. Inesita, quien con los brazos extendidos te habrá dicho a voz en cuello "¡Padre Pitincito querido!". Me imagino la cara que habrás puesto y que al leer esto te estarás matando de risa como tantas veces lo hiciste conmigo en la Enfermería de Fátima.

¡Gracias Pitín por tu vida!
¡Pídele a Jesús por mi!

3 comentarios:

ELA dijo...

que linda remembranza, me hubiera gustado concoerlo. Un abrazo Manuel

ELA dijo...

Me hubiera gustado conocerlo! un abrazo querido Manuel

Anónimo dijo...

Yo si lo conoci y de verdad mi "PItin Poton" fue lo mejor que Dios puso en esta tierra para representarlo fue la palabra amiga, el abrazo justo siempre con su jocosa sonrisa, aun recuerdo su expresion por el queso "fuchi apesta" decia siempre Lo maximo pero sin el mi niñez no hubiera sido tan lelna de alegira y cariño
Dios te bendiga mi querido PITIN y saluda a mi mama Betty.