Para muchos de nosotros la fe viene de nuestros padres: son ellos los que nos enseñan a rezar, a ir a Misa, a conocer a Dios y a la Iglesia; nos transmiten sus devociones a Cristo y a María en sus diversas advocaciones y a los santos que ellos han conocido o que les han concedido algún milagro. A medida que pasa el tiempo vamos teniendo nuestra propia experiencia de fe y con ella podemos ir conociendo y asimilando nuevas formas de expresarla, conocemos a otros santos a quienes nos encomendamos o cuyas vidas nos impactan.
Como ya lo dije en una entrada anterior, siendo muy niño, mi mamá me enseñó a conocer y venerar a San Martín de Porres y a Santa Rosa de Lima, llevándome a sus tumbas en la iglesia de Santo Domingo o al Santuario de Santa Rosa en la Av. Tacna, aquí en Lima. Pero, cuando fui creciendo conocí la vida de dos santos españoles del siglo XVI: Ignacio de Loyola y Teresa de Avila. A diferencia de Martín y Rosa, Ignacio y Teresa no tienen fama de "milagreros", pero sus vidas me han impactado muchísimo.
Tenía 8 o 9 años cuando conocí a Teresa de Ávila leyendo su biografía (junto a la de Ignacio de Loyola y Benito de Nursia) en uno de los tomos del "Nuevo Tesoro de la Juventud" (colección mejicana de cultura general de 20 tomos); en aquella lectura, breve, pero interesante, me la presentaron como "Doctora mística" (no sabía que significaba eso) y escritora. Años después en 1986, después de la Semana Santa, América Televisión transmitía los domingos por la noche la miniserie "Teresa de Jesús" producida por la Televisión Española en 1984 , protagonizada por Concha Velasco en el papel de Santa Teresa y dirigida por Josefina Molina.
Esta miniserie me ha permitido conocer mejor la vida de esta Santa, no solo desde el lado espiritual, sino también desde el lado humano. La he visto en varias ocasiones y ha sido un referente para diversos momentos de mi vida espiritual. Me ha llamado la atención su largo periodo de desolación; su encuentro con Dios que la llevó por muchas experiencias místicas; su empeño por reformar la Orden Carmelita; sus diversas dificultades con la nobleza española, la Orden Carmelita y la Inquisición; y su muerte como Hija de la Iglesia. De todas las escenas de "Teresa de Jesús" hay una que me ha impactado muchísimo: su encuentro con San Juan de la Cruz en Medina del Campo; en ella Teresa, de carácter fuerte, anima a Juan de la Cruz (prudente y casi miedoso) a ayudarle en la reforma de la Orden Carmelita (pueden verlo en http://www.youtube.com/watch?v=3lkFckr3dmE&index=8&list=UUPwKG9TZKPSgn-L6fUdT1gw). Gracias a esta producción española le he tomado mucho cariño y devoción a Santa Teresa.
No pretendo contarles la vida de Santa Teresa (si desean leer su vida y su poesía pueden ver http://www.los-poetas.com/g/tere.htm), ni la miniserie española (que pueden ver a través del enlace que puse más arriba). Solo les invito a que la conozcan por ustedes mismos a "La Santa" como me dijo alguna vez el P. José Francisco Navarro, S.J., y se encomienden a ella. Yo me encomiendo a esta Santa de carácter fuerte y le pido que interceda por mi, que quiero ser un Hijo de la Iglesia y servir en ella en el camino que Jesús me ponga.
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