martes, 31 de marzo de 2015

PREGÓN DE SEMANA SANTA 10 - EN TODO AMAR Y SERVIR...

Ustedes son la sal de la tierra,
Ustedes son la luz del mundo[i]
Con estas palabras Jesús nos expresa su confianza. Por el bautismo estamos llamados a dar sabor cristiano al mundo, a iluminar al mundo.
Hemos de mostrar la “Alegría del Evangelio”, esa alegría que, como dice el Papa Francisco: “llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento.[ii] Esta alegría nos anima a comunicar nuestra fe a los demás con nuestras palabras y nuestro testimonio, que dan vida a los demás, que edifican, que hacen crecer, no solo la fe, sino la misma vida humana.
No seamos cristianos con cara de funeral, “cristianos murciélagos” como nos dijo el papa Francisco[iii] Necesitamos cristianos con corazón alegre, cristianos que sonrían y den alegría, como estos niños que  han venido esta noche para escucharme.
Quizás alguno se sienta desanimado, porque el mundo es muy hostil y está cada vez más descristianizado, que la Iglesia ya no tiene el peso de antes… Pues a esto les respondo con palabras del P. Pedro Arrupe, S.J.: “a pesar de todo y todo cuanto peor pueda suceder, sabed que tenemos una fuerza todavía mayor que la fuerza atómica: tenemos el corazón de Cristo… en el Corazón de Cristo tenemos una fuerza invencible, que destruirá todo mal y unirá todas las almas en un solo centro, en su amor y en el amor del Padre”.[iv]
Tenemos una gran tarea: hacer presente a Jesucristo en medio de nosotros. Él está vivo, camina con nosotros, se alegra con nosotros, comparte nuestra alegría, nuestra pena, nuestro trabajo, nuestro dolor, nuestros sueños.
La Semana Santa es tiempo de pasión que termina en la gloria de la resurrección; de Jesús que vence a la muerte no solo históricamente, sino que resucita todos los días, en cada momento, en cada uno de nosotros. Que nos da un fuerte abrazo. Que confía y cree en nosotros.
Esa es la misericordia de Jesús, que el Papa Francisco nos invita a reflexionar en el Año Santo de la Misericordia que comenzará este 8 de Diciembre: Jesús sabe que somos barro, que llevamos un tesoro en vasijas de barro, pero con todo eso nos ama profundamente, nos acoge con todo el corazón, que pesar de nuestra fragilidad apuesta por nosotros y confía en que demos fruto.

Hermano:
Resucitó el Señor, su gloria está en ti, que vives la alegría del Evangelio,
Que te dejas abrazar por Él y en Él das fruto.
Que te sientes feliz de ser cristiano.
Hoy me ha tocado ser el pregonero de la Semana Santa
¡AHORA TE TOCA A TI SER EL PREGONERO DE CRISTO RESUCITADO!

TOMAD, SEÑOR, Y RECIBID TODA MI LIBERTAD,
MI MEMORIA, MI ENTENDIMIENTO
Y TODA MI VOLUNTAD,
TODO MI HABER Y MI POSEER,
VOS ME LO DISTEIS, A VOS, SEÑOR, LO TORNO.
TODO ES VUESTRO.
DISPONED A TODA VUESTRA VOLUNTAD,
DADME VUESTRO AMOR Y GRACIA
QUE ÉSTA ME BASTA.
AMÉN.[v]

Les invito a escuchar la parte final de "El Mesías" de Handel



[i] Mateo 5, 13
[ii] Papa Francisco: Evangelium Gaudium Nº 1
[iii] Papa Francisco: Homilía en Santa Marta el 24 de abril del 2014
[iv] Pedro Arrupe, S.J.: En Él solo… la esperanza.
[v] San Ignacio de Loyola: Ejercicios Espirituales Nº 234

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